Otra representación: 15 de agosto.
Producción de Valentin Schwarz estrenada en 2022 / Decorados: Andrea Cozzi. Vestuario: Andy Besuch. Dramaturgia: Konrad Kuhn. Iluminación: Nicol Hungsberg. Vídeo: Luis August Krawen.
Dirección musical de Simone Young
Reparto: Tomasz Konieczny (Wotan), Nicholas Brownlee (Donner), Mirko Roschkowski (Froh), Daniel Behle (Loge), Christa Mayer (Fricka), Christina Nilsson (Freia), Anna Kissjudit (Erda), Olafur Sigurdarson (Alberich), Ya-Chung Huang (Mime), Patrick Zielke (Fasolt), Tobias Kehrer (Fafner), Katharina Konradi (Woglinde), Natalia Skrycka (Wellgunde), Maria Henriette Reinhold (Flosshilde).
Minutación: 151:38 (2 h 31 min).
Todas las imágenes de este artículo son propiedad del Festival de Bayreuth (www.bayreuther-festspiele.de). Únicamente se muestran para fines divulgativos.
Minutación: 151:38 (2 h 31 min).
Todas las imágenes de este artículo son propiedad del Festival de Bayreuth (www.bayreuther-festspiele.de). Únicamente se muestran para fines divulgativos.
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Contemplando el oro
        Se inicia, por cuarto y último año, el Anillo en producción de Valentin Schwarz, estrenado en 2022 y del que ya se ha dicho prácticamente todo. El Netflix-Ring, por su parecido con una serie de la popular plataforma, desmitifica el relato y centra todo en un culebrón familiar, con algunas vueltas de tuerca muy forzadas -Alberich, aquí hermano mellizo de Wotan, no roba el oro sino que rapta a un niño aprovechando una excursión a la piscina con las ondinas, aquí una suerte de cuidadoras-. En el podio no tuvo suerte, pues en 2022 cayó enfermo Pieteri Inkinen con los ensayos ya avanzados y tuvo que hacerse cargo de la obra Cornelius Meister, quien desarrolló un trabajo competente con el poco tiempo que tuvo. Un año después Inkinen se puso al frente y el resultado fue desigual y la batuta no extrajo de la orquesta del Festival todo el potencial que puede ofrecer. Antes de empezar la edición de 2023 ya se indicó que Inkinen no continuaría al frente del Anillo en temporadas posteriores, anunciándose a Philippe Jordan, quien por motivos de agenda declinó dirigirlo a principios de 2024, anunciándose a Simone Young, lo que a la postre resultó todo un acierto: una Tetralogía con pathos dramático, dirigida desde la experiencia de una sólida batuta wagneriana que extrajo todo el potencial a la orquesta. De hecho si el pasado año corría el rumor de que este Anillo sería retirado de cartel tras la edición de 2024, probablemente la presencia de Young en el podido haya motivado mantenerlo un año más, si bien en todo caso no disfrutará de los cinco años acostumbrados.
        Irene de Juan nos saludaba desde Radio Clásica a las seis menos cuarto de la tarde, en su estreno en las retransmisiones de Bayreuth. Instantes después lo hacía Clemens Nicol desde la Radio de Baviera para introducirnos a la Tetralogía. Al igual que ocurriera el pasado año, la emisora no ha colgado con retraso en su web las fotografías correspondientes a este Oro, que no han estado disponibles hasta la mañana siguiente, por lo que las hemos añadido después.
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| Fasolt (Zielke), Fafner (Kehrer) y Freia (Nilsson) | 
        Simone Young plantea un prólogo más sereno y un punto más contemplativo que el del año pasado -la minutación excede en algo más de cinco minutos la de entonces-, desgranando el discurso sin prisa y con atención a las distintas atmósferas que ofrece la obra. En los últimos años habían predominado prólogos más bien ligeros y ninguno había pasado de las dos horas y media -aunque Inkinen se quedó a las puertas en 2023, con 2:29-. Debemos acudir a las Tetralogías de Thielemann de 2006, 2007 y 2008 para encontrar esa minutación -las de 2009 y 2010 son algo más ligeras-. También se aprecia una dirección un punto más limada, como si la australiana gustase de experimentar con la acústica redondeada del Festspielhaus -se nota especialmente en la entrada de los dioses en el Walhalla, donde no hallaremos el fragor de los metales-. Hay momentos de excelente factura: la precisión desestabilizadora de la transición hacia la segunda escena, la entrada de Loge, las transformaciones de Alberich, el regreso de Freia o las filigranas en la cuerda que preceden a la invocación de la tormenta por Donner.
        Reparto en conjunto notable y de línea clásica, si bien con un punto inferior en lo que respecta al Wotan de Tomasz Konieczny y al Alberich de Olafur Sigurdarson, que en todo caso realizan encarnaciones solventes.
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| Alberich (Sigurdarson) en el secuestro del niño que en la propuesta de Schwarz simboliza el oro | 
        Del Alberich de Olafur Sigurdarson también hemos hablado en años anteriores, con sus virtudes y defectos. La interpretación es orgullosa, sin recurrir a histrionismos, por lo que dramáticamente convence, la dicción es clara y funciona bien en los pasajes ágiles que tiene que afrontar. La voz no es muy grande y pierde color y empaque en la zona superior, lo que se pone de manifiesto en las escenas tercera y cuarta. Tanto él como Konieczny han salido conjuntamente a saludar y han cosechado un aplauso cálido.
        Muy buena incorporación la de Daniel Behle, un Loge luminoso y juvenil, rítmicamente muy atento y que ha compuesto un semidiós del fuego fresco y punzante. Como anécdota, tuvo un amago de entrada en falso en el quinto verso de su entrada -In Tiefen und Höhen-.
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| Freia (Nilsson). En la propuesta de Schwarz, los acontecimiento la llevan a plantearse el suicidio, lo que ocurrirá cuando, en el segundo acto de Valquiria, asistamos a su funeral. | 
        Muy buen tándem de gigantes de Patrick Zielke y Tobias Kehrer. El primero, Sarastro en Berlín y Hagen en la Tetralogía historicista que está desarrollando Kent Nagano por distintos escenarios, Gurnemanz, el Rey Enrique u Osch en El caballero de la rosa en distintos teatros alemanes, es un bajo aún joven de poderosos medios, que encaja en la tipología clásica del gigante. Quizás en su intervención larga de la segunda escena no sea demasiado ensoñador al aludir a Freia, un punto monocramático, pero es un detalle menor. El segundo, ya conocido de años anteriores, ofrece una interpretación calculadora y un punto introspectiva, muy adecuada al personaje.
        Repite Ya-Chung Huang el buen Mime del año pasado, con una interpretación precisa y matizada sin caer en el histrionismo, y cuyo vigor vocal empalidece el Alberich de Sigurdarson en las breves frases que intercambian al comienzo de la tercera escena.
        Buen trío de ondinas de Katharina Konradi, Natalia Skrycka y Maria Henriette Reinhold, empastado y fluido, aunque Evelin Novak era preferible como Woglinde, por tener una voz más dulce y redondeada.
        En definitiva, comienza con buen sabor la Tetralogía, que iremos escuchando jornada a jornada.
Grabación digital en HD, en formato .acc a 256 kpbs, procedente de la Radio de Baviera.
Se incluyen alocuciones iniciales y finales.
26 DE JULIO DE 2025.

 
 
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