LO QUE VAYA DEPARANDO BAYREUTH 2024...

Recogemos en esta sección las novedades para el Festival de 2024 y siguientes. Se irá actualizando según vaya habiendo novedades. La fecha que aparece debajo corresponde a la de la última actualización.

10/02/2024

            Resonando todavía el tradicional Muss i denn con que los instrumentistas de las fanfarrias se despiden de la temporada tras interpretar la última -en este caso, la del tercer acto de Tannhäuser-, un día después, el Festival anunciaba el calendario completo, los directores y prácticamente todos los repartos, a salvo algunos nombres por confirmar. El Holandés estará en cartel y, por tanto, volverán a escucharse ocho títulos, pero se nota que el Festival ha tomado buena nota de la dificultad -relativa, teniendo en cuenta el nivel al que nos movemos- para vender las entradas del Anillo, pues ha programado sólo dos ciclos frente a los tres que constituyen norma desde 1977 -en 1976 se programaron cuatro con motivo del centenario-. A título de curiosidad, 1966 fue el primer año en que se ofrecieron tres, debido a la extraordinaria acogida que tuvo la segunda producción de Wieland Wagner, algo que se repetiría al año siguiente y en algunas ediciones de principios de los setenta con la segunda producción de Wolfgang. Asimismo, el Holandés reduce su presencia a tres funciones, otro título del que también quedaron entradas disponibles hasta los últimos días. Sin lugar a dudas, el Festival quiere recuperar ese halo de exclusividad que le daba el colgar el cartel de no hay entradas meses antes de empezar, pues en 2023 a la última tanda de entradas no llegaron ni Tristán ni Parsifal, y las pocas disponibles para una función de Tannhäuser se agotaron en veinticuatro horas.

            El pasado 1 de julio, Stephen Gould anunciaba su retirada del Festival por recomendación médica. Semanas después comunicaba que ponía fin a su carrera artística para pasar a centrarse en la docencia y, el 5 de septiembre, anunciaba que padecía cáncer del conducto biliar en un estado avanzado, manifestando que no había querido anunciarlo hasta que terminara el Festival para no empañar el buen clima de trabajo de sus colegas, falleciendo el pasado 19 de septiembre. Los elencos anunciados ya partían de la premisa de la retirada de Gould.

          Tras acabar el Festival de 2022, Katharina Wagner anunció, para 2024, el regreso de Semyon Bychkov para ponerse al frente de Tristán tras su ascético Parsifal de 2018 y 2019. En su momento la Radio de Baviera habló de nueva producción, con la duda de si se estrenaría efectivamente un nuevo montaje tras haber rodado sólo dos años el de Roland Schwab. Será así. El montaje de Schwab, aun cuando ha despertado interés, fue un plan B ante la posibilidad de que la pandemia impidiera en 2022 ensayar la nueva Tetralogía. Repuesto en 2023 y con tan solo dos funciones en los dos años que ha estado en cartel, se retira. La nueva propuesta estará a cargo del islandés Thorleifur Örn Arnarsson. La pareja protagonista estará conformada por Andreas Schager y Camilla Nylund. Schager ya estaba anunciado antes de la retirada de Gould, probablemente por ser una voz que casa más con el instrumento netamente lírico de la soprano noruega, no sabiendo qué tal le irá el rol a esta última. Desde hace años lleva cantando el segundo acto en versión de concierto y el Liebestod. Günther Groissböck será el Rey Marke, incorporando un nuevo rol a los que ya ha cantado en el Festival (Landgrave, Pogner, Fasolt, Gurnemanz y Titurel). Ekaterina Gubanova vuelve al rol de Brangania, que ya interpretara en 2022, mientras que Olafur Sigurdarson será Kurwenal, un rol que probablemente le venga mejor que el de Melot, que venía interpretando en la anterior producción. Precisamente, Melot pasa a manos de un debutante, el barítono alemán Birger Radde, quien este año ha debutado en la Staatsoper de Viena con Wozzeck bajo la batuta de Philippe Jordan. Los roles menores aún no han sido anunciados, pero es de suponer que se cubrirán con habituales secundarios. Se ofrecerán siete representaciones.

          Como se anunció ya iniciado el Festival, el Tannhäuser de Tobias Kratzer logra un año de prórroga. Este montaje, inteligente propuesta de teatro dentro del teatro, ha cosechado mayor éxito que el que se preveía cuando se anunció al polémico director de escena. Nathalie Stutzmann volverá a estar en el podio pese a su discutible labor. Los roles principales se mantienen respecto a 2023: Klaus Florian Vogt (Tannhäuser), Elisabeth Teige (Elisabeth), Markus Eiche (Wolfram) y Günther Groissböck (Landgrave). El rol de Venus se ha anunciado a finales de otoño, a la espera de lo qué haría Elīna Garanča, quien reforzó como Kundry a la pluriempleada Gubanova el pasado año. No acudirá en esta edición, y Gubanova asumirá en solitario todas las funciones de Parsifal, por lo que el rol de Venus pasa a la debutante Irene Roberts, quien debutó el rol con gran éxito en la Ópera de Lyon en el otoño de 2022 para después interpretarlo en los Festivales de Aix en Provence y Edimburgo. También tiene en su haber el rol de Brangania además de otros menores -Wellgunde y Waltraute- y en el otoño de 2023 ha debutado Kundry en Hannover,  lo que la convierte en un efectivo recambio en los roles que asumirá Gubanova. Pese a todo, la mezzo rusa se ha reservado las dos últimas funciones de este Tannhäuser, lo que le permitirá despedirse de la producción. En los roles secundarios se mantienen Siyabonga Maqungo (Walther), Olafur Sigurdarson (Biterolf) y Jens-Erik Aasbø (Reinmar). Faltan por concretar Heinrich y el Pastor. Se ofrecerán seis representaciones.

          Parsifal en la producción de Jay Scheib regresa de la mano de Pablo Heras-Casado con el reparto completo ya anunciado, idéntico al del año anterior: Andreas Schager, Georg Zeppenfeld, Derek Welton, Tobias Kehrer, Jordan Shanahan y con Ekaterina Gubanova cantando todas las funciones. Se ofrecerán seis representaciones.

          Antes de comenzar la edición de 2023 se anunció que Pieteri Inkinen no estaría en Bayreuth para 2024 y el Anillo pasaría a ser dirigido por Philippe Jordan, director de la Staatsoper de Viena. Sin embargo, el pasado 11 de enero el Festival comunicó que, por otros compromisos, no estará disponible, anunciando a Simone Young, actual directora de la Orquesta Sinfónica de Sidney y, entre 2005 y 2015, directora de la Ópera de Hamburgo y de la Filarmónica de Hamburgo, una de las batutas wagnerianas indiscutibles de los últimos años. Sólo se han programado dos ciclos, debido a la dificultad para agotar las localidades de los tres de la pasada edición. Repiten Tomasz Konieczny (Wotan), Olafur Sigurdarson (Alberich), Christa Mayer (Fricka y Waltraute), Michael Kupfer-Radecky (Gunther), Mika Kares (Hagen), Jens-Erik Aasbø (Fasolt), Tobias Kehrer (Fafner), Okka von der Damerau (Erda) y Arnold Bezuyen (Mime), pero como viene siendo habitual con un cambio de director, hay varios cambios. Todos, salvo uno, se produjeron con el anuncio de que Jordan dirigiría esta Tetralogía. El más importante, aunque no sabemos si vino de Jordan o más bien de la dirección del Festival, es que Klaus Florian Vogt cantará los dos Sigfridos, todo un premio de fidelidad a la casa. El tenor debutó el rol juvenil en junio de 2023 en Viena con Welser-Möst y este otoño ha repetido el rol y debutado el del Ocaso en Zurich con Noseda y la Brunilda de Camilla Nylund, que repetirá en mayo. A principios de 2024 aparecerá también con el rol en Wiesbaden, por lo que acudirá a Bayreuth con el papel rodado. Liberada Catherina Foster de cantar Isolda, asumirá las tres Brunildas -el año pasado Daniela Köhler asumió la de Sigfrido-. La otra gran novedad es la pareja de welsungos, conformada por el norteamericano Mychael Spyres, que en los últimos años se ha lanzado al repertorio wagneriano -ya tenía en repertorio los líricos Erik, Lohengrin y Walther y en 2022 debutó Sigmundo y Tristán- y la lituana Vida Miknevičiūtė -esta última anunciada a finales de otoño, aliviando a la pluriempleada Elisabeth Teige del año anterior-, quien en los últimos años se ha convertido en una Salomé a considerar, teniendo también en su haber los roles de Chrysotemis de Elektra, de le Emperatriz en La mujer sin sombra o Marietta en La ciudad muerta. En el repertorio wagneriano ha cantado Elsa en Berlín y debutó Sieglinde en el Anillo que Thielemann dirigiera el pasado año en la Staatsoper de Berlín -y que volverá en la primavera de 2024 de la mano de Jordan-. Los mayores cambios se producen en el Oro, con los debutantes Nicholas Brownlee (Donner), Mirko Roschkowski (Froh) y Christina Nilsson (Freia), añadiéndose el regreso de John Daszak como Loge, cuya referencial interpretación en el Anillo de Petrenko de 2015 aun se recuerda, y que sustituye al discutible Daniel Kirch. Este último cambio se ha producido una vez que Simone Young se ha hecho cargo de la Tetralogía. También nueva Gutrune con la debutante Gabriela Scherer, sustituyendo a la floja Aile Asszonyi de la pasada edición.

          Finalmente, podrán verse tres funciones del Holandés, cuarto año de la producción de Dmitri Tcherniakov -no diremos último, pues hay que manejar con precaución lo que sucederá en 2025-, con Oksana Lyniv en el podio. Misma pareja protagonista del año anterior -Michael Volle y Elisabeth Teige- que tan buena sensación dejaron, probablemente el más redondo en este aspecto, pues si bien John Lundgren cantó en el año del estreno, tuvo como partenaire a Asmik Grigorian, quien evidenció que el rol de Senta era demasiado pesado para ella. Georg Zeppenfeld y Nadine Weissmann serán Daland y Mary, respectivamente. Regresa Eric Cuttler como Erik y el único cambio viene motivado por la ausencia de Attilio Glasser como Timonel, que será sustituido por Matthew Newlin, miembro del elenco estable de la Deutsche Oper de Berlín desde 2013.

           Para 2025, y también anunciada al finalizar la edición de 2022, se estrenará una nueva producción de Maestros debida a Matthias Davids, con el Sachs de nuestros días, Georg Zeppenfeld, y Michael Spyres como Walther, estos últimos anunciados al comenzar la edición de 2023. Serán los primeros Maestros desde 2011 no protagonizados por Klaus Florian Vogt, quien desde 2007 ha cantado todas las funciones de la obra salvo las de 2011, en que se ocupó de Lohengrin. Daniele Gatti será el director musical. Gatti se vio envuelto en acusaciones de acoso sexual en el verano de 2018 que provocaron su salida de la titularidad de la Orquesta del Concertgebouw. Pasó por la Ópera de Roma sin la situación del todo aclarada. En abril de 2023, la formación de Ámsterdam emitió un comunicado zanjando la situación y abriendo un periodo de paz con el director, si bien el italiano no regresará, pues en 2024 sucederá a Thielemann al frente de la Staatskapelle Dresden, marchando aquél a la Staatsoper de Berlín. Katharina Wagner vuelve a contar con una de las batutas wagnerianas más importantes del momento: su Parsifal fue aclamado en Bayreuth (2008-11) y estuvo a punto de dirigir la actual Tetralogía si no hubiese sido por los sucesos de Ámsterdam. Entre medias, Gatti presentó unos Maestros en el Festival de Salzburgo que fueron muy elogiados.

        La dirección del Festival dejaba la puerta abierta al regreso de Thielemann, inicialmente para la edición de 2026, pero la Radio de Baviera anunció el pasado 4 de diciembre que será para 2025, reponiéndose el montaje de Lohengrin de Yuval Sharon, que había sido retirado un año antes en 2022 precisamente por la salida de Thielemann. Pero, ¿qué ocurrió? La Radio de Baviera lo relata: una disputa entre él y Katharina Wagner sobre la conveniencia de la palabra führer en Lohengrin. Wieland y Wolfgang ya decidieron en los años cincuenta suavizar esta palabra sustituyéndola por la de schützer y ahora Katharina sugería lo mismo, a lo que Thielemann, que huye de la política en el ámbito artístico, se negó en rotundo. Años atrás fueron un tándem de hierro -de hecho se dice que la candidatura de las hermanas Eva y Katharina salió vencedora en 2008 frente a la de su prima Nike por tener de su lado a Thielemann-, y cuando Eva se retiró en 2015 al cumplir setenta años, Katharina se aferró mucho más a Thielemann, a quien llegó a nombrar Director Musical del Festival. Parece que esta relación se enfrió, y Thielemann no obtuvo la dirección de la nueva producción de Parsifal de 2023 -que recayó en Pablo Heras-Casado- y no culminó la andadura del Lohengrin que había estrenado en 2018.

        Recién terminada la edición de 2022, el ex ministro Georg von Waldenfels, presidente del Consejo de Administración y de la Asociación de Amigos, concedía una entrevista donde declaraba sin ambages que el regreso de Thielemann era indispensable pero, al ser preguntado por Katharina y su eventual renovación en 2025, se limitaba a decir: Todo está en el aire, a lo que se sumaron las declaraciones de la Ministra de Cultura de Baviera indicando que, a su juicio, no era indispensable que un miembro de la familia Wagner estuviera al frente del Festival. En el último Consejo, que ha tenido lugar en otoño, el asunto Thielemann ha tenido presencia y, pese a que se trata de una cuestión artística y no presupuestaria o de gestión, se han tomado cartas en el asunto.

        El regreso de Thielemann puede justificarse con facilidad en la reposición de Lohengrin y, a su vez, esta reposición permitiría retirar el conflictivo Anillo de Schwarz un año antes: al veterano Lohengrin se añadirían Maestros, Tristán y Parsifal -de producción más moderna a más antigua-, y podría completarse el cartel con el Holandés de Tcherniakov, una producción que ha cosechado buenos resultados tanto en lo musical como en lo escénico, y que lograría un quinto año más justificado que el de la Tetralogía.

         En 2026 tendrá lugar el 150 aniversario del Festival, lo que justificaría el estreno de una nueva Tetralogía, que llegaría con el oportuno año de descanso en 2025, lo que avalaría la retirada del montaje de Schwarz en 2024. Los habituales rumores sobre la presentación en el Festival de las obras de juventud ya se han hecho notar, sin que aún se haya concretado nada más allá de la intención de representar Rienzi. Algo parecido sucedió en 2013 con motivo del bicentenario del Maestro, y entonces sólo Rienzi logró presencia en Bayreuth, pero fuera del Festspielhaus.

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