Sobre Tristán e Isolda

Tristán e Isolda marca el inicio del drama musical wagneriano (Eine Handlung) y la exploración de los límites de la tonalidad. Basada en el poema de Gottfried von Straßburg (h. 1210), la obra fue iniciada en Zurich en 1854 fruto del romance que Wagner tuvo con la poetisa Mathilde Wesendonck.

Tristán e Isolda, de John Duncan (1912).
               Perseguido por sus actividades durante la Revolución de Dresde de 1848, Wagner hubo de refugiarse en Suiza, en la ciudad de Zurich. Allí llegaron los ecos del estreno de Lohengrin en Weimar a cargo de Franz Liszt (28 de agosto de 1850), lo que acrecentó su fama como compositor y dramaturgo. De este periodo son sus ensayos Arte y revolución, La obra de arte del futuro, El judaísmo en la música y Ópera y drama y el libreto de El anillo del nibelungo.

          En 1852 conoció a Otto Wesendonck, comerciante de seda, quien, a instancias de su esposa Mathilde, poetisa aficionada, decidió financiarle. Wagner y su esposa Minna se instalaron en el Asyl (casa de invitados) de la villa Wesendonck, donde el maestro comenzó a poner música a la Tetralogía. La relación entre Mathilde y Wagner fue cada vez más estrecha, hasta el punto de que en la portada del manuscrito de Valquiria pueden leerse las iniciales "G. s. M." (Gesegnet sei Mathilde, "Bendita seas Mathilde"). El maestro cuenta en su autobiografía que, en octubre de 1854, la lectura de El mundo como voluntad y representación de Schopenhauer y un intento de su alumno Karl Ritter de musicar la leyenda bretona le llevó a iniciar un esbozo del libreto de Tristán e Isolda, pero no fue hasta agosto de 1857, terminado el segundo acto de Sigfrido, cuando comenzó a dedicarse en profundidad a la tarea.

                      En septiembre de 1857, Wagner leyó el poema completo a una audiencia que incluía a su esposa Minna, a Mathilde Wesendonck y a su posterior esposa, Cosima von Bülow. Un mes después iniciaba la composición de la música y, en noviembre, ponía música a cinco poemas de Mathilde, hoy conocidos como Wesendonck Lieder, cuya temática poética y musical se encuentran muy próximos a Tristán -de hecho, dos de ellos, Träume e Im Treibhaus llevan el subtítulo de estudios para Tristán e Isolda y emplean material correspondiente al dúo de amor del acto segundo y al preludio del tercero, respectivamente-.

                En abril de 1858, Minna interceptó una nota de Wagner a Mathilde, lo que provocó una tensión en la confianza de la pareja. Minna marchó a un balneario mientras Otto se llevó a su esposa a Italia y el maestro iniciaba mientras tanto el borrador del segundo acto. El regreso de Minna en julio no aclaró las cosas y la relación con su mecenas se acabó rompiendo. El 17 de agosto Wagner marchaba a Venecia, bajo dominio austríaco, mientras Minna volvía a Dresde para interceder a su favor. Instalado en el Palazzo Giustinian, terminó el segundo acto, pero hubo de abandonar la ciudad meses después por el peligro de una extradición a Sajonia, pues las autoridades de Dresde habían presionado a Austria considerando que cobijaban a un revolucionario. En marzo de 1859 se instaló en Lucerna, donde finalizó la obra en el mes de agosto y después fue a Zurich a ver a los Wesendonck. Consiguió restablecer su relación con Otto y que le apoyara económicamente para su establecimiento en París con Minna, donde esperaba que la Ópera programase Tannhäuser.


Cartel del estreno de Tristán.
              Tristán tuvo una difícil andadura hasta su estreno. Habiendo fracasado Tannhäuser en París, no era posible ofrecerla. En 1861 se iniciaron las conversaciones para su estreno en Karlsuhe y Wagner acudió a la Ópera de Viena para encontrar los cantantes adecuados. Allí la gerencia del teatro le propuso el estreno en Viena y, efectivamente, se iniciaron los ensayos, aunque sin éxito. El tenor inicialmente propuesto, Alois Ander, fue incapaz de aprenderse el papel y, tras setenta ensayos, el proyecto fue abandonado. Tristán hubo de esperar al mecenazgo de Luis II de Baviera e incluso así fue un proyecto difícil. Hans von Bülow se puso al frente de la Orquesta del Teatro de la Corte de Munich (hoy Ópera Estatal de Baviera) y Wagner pudo encontrar la pareja protagonista ideal en el matrimonio Schnorr (Ludwig y Malvina), pero el estreno programado para el 15 de mayo de 1865 no pudo llevarse a cabo por encontrarse Malvina con la voz indispuesta tras haber tomado un baño. Finalmente, la obra subió a escena el 10 de junio de 1865 recibiendo críticas dispares: los admiradores de Wagner elogiaron las enormes posibilidades a las que había llevado la disolución de la tonalidad, el drama continuo y la profundidad psicológica de la música, mientras que un grupo de críticos en torno a Eduard Hanslick criticó fuertemente una poesía endeble y un lenguaje musical incomprensible. Por su parte, Luis II de Baviera quedó profundamente afectado de emoción tras el estreno.

               Tristán ha centrado varias leyendas negras desde su azaroso estreno. El tenor protagonista, Ludwig Schnorr, fallecíó el 21 de julio siguiente a los veintinueve años, atribuyéndolo los detractores de Wagner al extenuante esfuerzo a que había sido sometido. No obstante, su fallecimiento fue debido a fiebre reumática y meningitis. También el apasionado dúo del segundo acto ha llevado a la muerte a más de un director de orquesta: Félix Mottl -quien estrenó la obra en Bayreuth en 1886- falleció en Munich en 1911 a consecuencia de un ataque cardíaco sufrido mientras dirigía, por centésima vez, Tristán; también Joseph Keilberth falleció en 1968 en el mismo lugar y por la misma obra. Karajan, muy interesado por estos sucesos, intentó un estudio fisiológico del director de orquesta en este pasaje, sin resultados concluyentes.

VERSIONES DISCOGRÁFICAS

               Tristán es una obra compleja musical y vocalmente. Su música infinita, su acorde no resuelto y su ambigüedad tonal provocan que sea una obra densa -probablemente la más densa del compositor- y con la que hay que tener paciencia. Afortunadamente, se encuentra muy bien documentada en disco, con varias versiones históricas, hasta el punto de que recomendaremos cinco indiscutibles.


WILHELM FURTWÄNGLER / PHILHARMONIA ORCHESTRA (en estudio), 1952
EMI (actualmente editado por Warner, Naxos y otros sellos)

               Una de las grabaciones más importantes de la Historia de la ópera que, ya libre de derechos, circula tanto en su sello original (EMI, ahora Warner), como en otros (Naxos, Membran, Brilliant), lo que hace más competitivo su precio. El elenco es magistral: Ludwig Suthaus -Tristán baritonal y de voz estrangulada, tenor favorito de Furtwängler-, Kirsten Flagstad -que contaba con cincuenta y siete años pero imparte verdaderas lecciones vocales-, un jovencísimo Dietrich Fischer-Dieskau como Kurwenal fresco y espontáneo, Blanche Thebom como Brangania y Josef Greindl como Rey Marke. Dirección de tempi amplios de Wilhelm Furtwängler, poética y metafísica. Los sucesivos reprocesados han actualizado el sonido de este registro monoaural producido por el historico Walter Legge, que se deja escuchar con comodidad pese a su antigüedad. Indispensable.



KARL BÖHM / FESTIVAL DE BAYREUTH 1966
PHILIPS (actualmente editado por DEUTSCHE GRAMMOPHON)

               Uno de los iconos del Nuevo Bayreuth, la histórica producción de Wieland Wagner contó con unos grandes Wolfgang Windgassen y Birgit Nilsson (la pareja por excelencia en esta obra) que ahondan en toda la complejidad psicológica de sus roles. Les acompañan Christa Ludwig (Brangania de aliento dramático), Eberhard Waechter (sólido Kurwenal) y Martti Talvela (que a sus treinta y un años compuso un imponente Rey Marke). Böhm emplea tempi vivos que alimentan la tensión del drama. Siempre presente en el mercado, con un buen sonido estéreo, fue la grabación escogida para ser incluida en la caja de DECCA The Wagner operas from the Bayreuth Festival, que incluye las diez óperas de madurez del compositor en distintos registros con buen sonido y de alta calidad. En 2017 ha sido editada en blu-ray disc. El testimonio de una producción que hizo Historia.


HERBERT VON KARAJAN / FESTIVAL DE BAYREUTH 1952
ORFEO

               Presente desde hace décadas en ediciones piratas, este Tristán fue el que inició la serie Bayreuther Festspiele Live del sello Orfeo en el otoño de 2003, cuando llegó a un acuerdo con el Festival de Bayreuth para editar representaciones procedentes de las cintas originales de la Radio de Baviera. Correcto sonido monoaural que recoge la intensidad electrizante de una pareja protagonista de voces oscuras -Ramón Vinay y Martha Mödl-, acompañados por Hans Hotter (en una inhabitual recreación de Kurwenal), Ira Malaniuk (Brangania) y Ludwig Weber (hondo Rey Marke). Herbert von Karajan marcó un hito con una dirección desbordante en pasión y finura, infinitamente superior a su posterior grabación de estudio (1972, EMI).



WOLFGANG SAWALLISCH / FESTIVAL DE BAYREUTH 1958
ORFEO

               En 2018, Orfeo editó oficialmente un registro del Tristán que dirigió Wolfgang Sawallisch en Bayreuth (1957-59), correspondiente a 1958, después de ediciones piratas de Golden Melodram (1957) y Myto (1958 -de otra función-). Solvente sonido monoaural que mejora a aquellos registros no oficiales. Excelente reparto de los de siempre, con Wolfgang Windgassen y Birgit Nilsson más desbordantes vocalmente que con Böhm en 1966 -en aquél registro, sin embargo, hay mayor profundización en sus roles-, acompañados de Grace Hoffmann (Brangania de tintes dramáticos), Erik Saedén (noble Kurwenal) y Josef Greindl (que a pesar de sus tradicionales roles malévolos, compone un Rey Marke muy humano). Sobresaliente dirección de Sawallisch, combinando elegancia y atención al drama.



DANIEL BARENBOIM / ORQUESTA FILARMÓNICA DE BERLÍN (en estudio), 1995
TELDEC

               El mismo año en que grababa en vídeo su segundo Tristán en Bayreuth, Barenboim también lo llevaba al disco en estudio con un reparto que coincidía parcialmente. Suntuoso sonido de la Filarmónica de Berlín acompañando a Siegfried Jerusalem y Waltraud Meier, la gran pareja de finales de siglo -aunque ambos brillan más en la grabación en vivo en Bayreuth, la cual sólo está editada en vídeo-. Les acompañan Matti Salminen (noble Rey Marke), Falk Struckmann (Kurwenal de personal timbre) y Marjana Lipovsek (nerviosa Brangania).

              La discografía de Tristán tiene aún pendiente una edición oficial de las representaciones que Carlos Kleiber dirigiera en Bayreuth entre 1974 y 1976. Golden Melodram y Opera d'Oro editaron el de 1974, con Helge Brilloth (Tristán), Catarina Ligendza (Isolda), Yvonne Minton (Brangania), Donald McIntyre (Kurwenal) y Kurt Moll (Rey Marke). Exclusive editó el de 1975, con el mismo reparto. Todos ellos ediciones no oficiales que hoy se encuentran descatalogadas. Por la red circula la toma radiofónica del de 1976, el más interesante, pues Tristán es Spas Wenkoff, una de las voces más imponentes del canto wagneriano, frente a un Helge Brillioth ya en decadencia en los dos años precedentes. La elegancia y riqueza tímbrica de Kleiber constituye uno de los pilares fundamentales en la Historia de la dirección de la obra. Por desgracia, en el mercado aparece una y otra vez su decepcionante registro en estudio realizado con la Staatskapelle Dresden (1981, DG), importante en lo orquestal pero sin llegar al nivel de las representaciones de Bayreuth y con un reparto reunido para la ocasión con cantantes que, en algún caso, ni siquiera cantaron la obra en directo.


VERSIONES EN VÍDEO

               Pocas obras han estado tan ligadas a un director como Tristán, y éste es Daniel Barenboim. Tres registros en vídeo ha dejado de la obra, dos de ellos en Bayreuth y un tercero en La Scala. Los dos primeros se complementan en cuando a concepción musical y escénica y recogen la evolución artística de Barenboim con la obra.


DANIEL BARENBOIM / FESTIVAL DE BAYREUTH 1983
DEUTSCHE GRAMMOPHON

               Grabación de la bellísima producción de Jean-Pierre Ponnelle estrenada en 1981 y con la que Barenboim debutó en Bayreuth. Dirección romántica y fresca para una pareja de enamorados de voces juveniles -René Kollo y Johanna Meier-, acompañados de los sólidos Hanna Schwarz (Brangania), Hermann Becht (Kurwenal) y Matti Salminen (Rey Marke), todos ellos en su mejor momento vocal. Ponnelle firma uno de sus mejores trabajos escénicos, fijando el hilo conductor en un árbol y con escenarios de gran impacto visual.




DANIEL BARENBOIM / FESTIVAL DE BAYREUTH 1995
DEUTSCHE GRAMMOPHON

               Segundo Tristán de Barenboim en Bayreuth, en la afamada producción de Heiner Müller estrenada en 1993, abstracto-cubista, criticada en su estreno y poco después elogiada como uno de los hitos escénicos en esta obra, pues centra la atención en el drama, acompañando a través de colores y espacios, con vestuario sencillo y atemporal. Barenboim había madurado la obra, con una dirección más electrizante y teatral, que capta a la perfección la atmósfera asfixiante que envuelve a los amantes. Dúo de lujo formado por una Waltraud Meier expresiva, de voz carnosa, y un Tristán atormentado de formidable aguante en Siegfried Jerusalem. Buenos Uta Priew (Brangania algo escasa en el grave), Falk Struckmann (Kurwenal de personal timbre) y Mathias Hölle (Rey Marke).


JIRI BELOHLAVEK / FESTIVAL DE GLYNDEBOURNE 2007
OPUS ARTE

               El Festival de Glyndebourne representó en 2007 su primer Wagner, logrando uno de los mayores éxitos de su andadura reciente. Producción simbolista de Nikolaus Lehnhoff, de extraordinaria iluminación y con vestuario medieval. Cuidadosa dirección del fallecido Jiri Belohlavek, discípulo de Celibidache y director del Teatro Nacional de Praga y de la Orquesta de la BBC. Este registro permite escuchar a la que ha sido la última gran Isolda, Nina Stemme, en su mejor momento vocal. Encarna al Rey Marke un gran René Pape; Bo Skovhus es un sólido Kurwenal y Katarina Karnéus una competente Brangania. El único lunar -menor- es el Tristán engolado de Robert Gambill, de buena presencia escénica pero que en los momentos más dramáticos evidencia sus limitaciones vocales.



DANIEL BARENBOIM / TEATRO ALLA SCALA, 2007
VIRGIN CLASSICS

                En 2007 La Scala estrenaba esta producción debida a Patrice Chérau. El que diseñó la producción del Anillo del Centenario para Bayreuth rechazó a principios de los noventa la propuesta de Wolfgang Wagner de llevar a escena Tristán e Isolda por considerarlo un drama radiofónico. Años después, Chéreau encontró la manera, en el mismo estilo decimonónico e industrial que presidió su Anillo. Excelente dirección de Barenboim -aunque la orquesta no es la de Bayreuth-, con Waltraud Meier ya no en su mejor momento vocal pero dictando verdaderas lecciones interpretativas. Matti Salminen contaba con sesenta y dos años, pero su voz conserva su atractivo. Michelle DeYoung y Gerd Grochowski son unos sólidos Brangania y Kurwenal. Ian Storey, de voz forzada y poco atractiva, constituye el único inconveniente de este registro, aunque no empaña en demasía la valoración global.

DICIEMBRE DE 2018.

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