El certamen celebra una ceremonia el 24 de julio, víspera de la inauguración, en conmemoración del que fuera su director.
Christian Thielemann y Wolfgang Wagner en 2002 en Bayreuth, tras una función de Maestros en que el primero fue director musical y el segundo director de escena. |
Entre los logros de su gestión destaca la estabilidad orquestal conseguido en los años ochenta y novena con la tríada Daniel Barenboim-James Levine-Giuseppe Sinopoli en el podio y, en el siglo XXI, con Christian Thielemann y Daniele Gatti. En el apartado coral, tuvo el reto de encontrar reemplazo a los grandes directores de coro con los que ha contado el Festival: en 1972, Norbert Balatsch sustituía a Wilhelm Pitz; y en el año 2000 asumía el puesto Eberhard Friedrich. Todos ellos han hecho Historia.
En lo escénico, fue el creador del concepto taller Bayreuth, filosofía según la cual la dramaturgia de la obra wagneriana era susceptible de experimentación y las diferentes producciones del Festival se iban puliendo y retocando año a año. Introdujo en el certamen a prestigiosos directores de escena, algunos del ala más progresista de las corrientes escénicas, como Götz Friedrich (Tannhäuser, Lohengrin y Parsifal), Patrice Chéreau (Anillo), Harry Kupfer (Holandés y Anillo) o Heiner Müller (Tristán). Todos ellos pusieron la nota discordante en sus respectivas producciones, aunque año a año fueron reconocidas y finalmente alabadas. Junto a ellos, el propio Wolfgang, o figuras como August Everding (Holandés y Tristán), Jean-Pierre Ponnelle (Tristán), Sir Peter Hall (Anillo) o Werner Herzog (Lohengrin) diseñaron producciones de corte más clásico, pero siempre a la cabeza en concepción dramática. Probablemente la producción más criticada de su era al frente del Festival fuera la de Parsifal encomendada a Christoph Shlingensief, estrenada en 2004 bajo la batuta del también rompedor Pierre Boulez, la cual hubo de soportar el mínimo de cuatro años en cartel con fuertes protestas año tras año.
Despedida de Wolfgang Wagner como director del Festival en 2008, con Katharina Wagner y Christian Thielemann detrás y, a su lado, Eva Wagner-Pasquier. |
En el apartado vocal, Wolfgang tuvo que hacer frente a la crisis de voces wagnerianas que arreció con fuerza en los años setenta y de la que aun hoy no nos hemos recuperado del todo. Pese a ello, supo encontrar grandes voces en figuras como Waltraud Meier, Hildegard Behrens, Eva Randová, Cheryl Studer, Violeta Urmana, Hanna Schwarz, Yvonne Minton, Brigitte Fassbaender, René Kollo, Spass Wenkoff, Siegfried Jerusalem, Bernd Weikl, Simon Estes, Kurt Moll, Matti Salminen, Hans Sotin o John Tomlinson, entre otros.
En los últimos años hubo de solucionar la disputa familiar con los herederos de su hermano Wieland y las hijas de sus dos matrimonios, Eva y Katharina. Finalmente, el acuerdo alcanzado de una dirección compartida entre estas dos le permitió retirarse tras la edición de 2008, que se inició con el estreno de una exitosa producción de Parsifal encomendada a Stefan Herheim con dirección musical de Daniele Gatti. Falleció en Bayreuth el 21 de marzo de 2010, a los 90 años de edad.
Su legado escénico en el Festival es muy amplio, llevando a escena todos los títulos, algunos en varias ocasiones. Así, el Holandés (1955-56), Tannhäuser (1989-95), Lohengrin (1953-54 y 1967-72), Tristán (1957-59), Maestros (su obra más querida, que escenificó tres veces: 1973-76, 1981-88 y 1996-2002); Anillo (1960-64 y 1970-75); y Parsifal (1975-81 y 1989-2000). De todas ellas, no han llegado en vídeo su Tannhäuser, las dos últimas producciones de Maestros y las dos de Parsifal.
La ciudad de Bayreuth le recuerda este verano con la exposición El director. Wolfgang Wagner y su taller Bayreuth.
La ciudad de Bayreuth le recuerda este verano con la exposición El director. Wolfgang Wagner y su taller Bayreuth.
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