George London y los grandes monólogos con Knappertsbusch (Filarmónica de Viena, 1958)

Uno de los grandes discos de recital wagneriano, si no el más grande, es el que grabó George London con la Filarmónica de Viena y Hans Knappertsbusch para DECCA en 1958. Un registro que fue publicado por última vez en la serie Eloquence en 2013, con un sonido excelente, pero que hoy no puede localizarse por separado -sí en la caja de DECCA Hans Knappertsbusch: The Opera Edition, editada en 2022-.

GEORGE LONDON
Orquesta Filarmónica de Viena
HANS KNAPPERTSBUSCH

Grabación de estudio realizada entre el
9 y el 11 de junio de 1958.

Mónologos del Holandés, Sachs, Wotan y Amfortas.
Escena final de El Oro del Rhin (dirigida por Georg Solti) 

Dirección: 

Excepcional

Elenco: 

Excepcional

Sonido:

          Una joya discográfica: Hans Knappertsbusch al frente de la Filarmónica de Viena acompañando al bajo barítono George London en cuatro grandes monólogos wagnerianos: el del Holandés, los dos de Sachs en Maestros y los adioses de Wotan de La Valquiria. La reedición en la serie Eloquence aprovecha el espacio del disco para incorporar la escena final de El Oro del Rhin de la Tetralogía de Solti y el monólogo de Amfortas del primer acto de Parsifal en la grabación de Kna en el Festival de Bayreuth de 1962.

Entre el 9 y el 11 de junio de 1958, el productor de DECCA John Culshaw reunía en la Sofiensaal de Viena, acondicionada como estudio de grabación, al director Hans Knappertsbusch y al bajo barítono George London para grabar los grandes monólogos para bajo barítono del repertorio wagneriano: el del Holandés, los dos de Sachs y los adioses de Wotan. El librillo que acompaña al disco en la última edición nada relata de las circunstancias de esta grabación, limitándose a enunciar la carrera, corta pero exitosa, del cantante canadiense. Tampoco acompaña fotos de la grabación ni yo las he podido localizar.

Esta grabación hay que ponerla en su contexto, y bien podría ser considerada como la continuación natural del primer acto de La Valquiria que Kna grabara con los vieneses un año antes. Culshaw estaba poniendo en marcha el gran proyecto que supondría llevar al estudio de grabación en estéreo la Tetralogía completa y, en la fase de pruebas, grabaría en 1957 los actos primero y tercero de La Valquiria con Kna y Solti respectivamente y con el protagonismo de la histórica soprano noruega Kirsten Flagstad. Los resultados preliminares permitieron a Culshaw reafirmarse por Solti, su primera opción, frente al gerente de DECCA Maurice Rosengarten, quien tenía preferencia por el experimentado Kna. En el otoño de 1957, Culshaw presentó al comité de proyectos de la compañía su idea y comenzó a conformar el elenco, empezando las sesiones de grabación en septiembre del año siguiente con el director húngaro, lo que supuso cerrar la puerta a un Anillo en estudio con Kna.

Entre la confirmación del proyecto por DECCA y el inicio de las sesiones de grabación encontramos la que nos ocupa. Para London, suponía un preparatorio para el Wotan que habría de venir en otoño con Solti¹, para Kna, un premio de consolación y una suerte de reconciliación con Culshaw, quien no tuvo una buena experiencia con él grabando el primer acto de Valquiria². Si en ese primer acto se aprecia a Kna rutinario, aquí sí aflora el genio del Sumo Sacerdote wagneriano, con el aliciente de la toma sonora, impactante y nítida, lo que permite conjugar unos metales rugientes en los clímax, explosivos, en el Holandés y en La Valquiria, con las sutilezas de la madera o el arpa en los monólogos de Sachs. Desconozco si estos registros tuvieron una remasterización cuando se reeditaron en 2013, pero el sonido es sobresaliente, todo un hito para una grabación de 1958, en los primeros años del estéreo.

Lo más interesante del disco, dentro de la excelencia general, son los adioses de Wotan, que tienen algo de mítico: ni London ni Kna pudieron grabar esta cima operística en el contexto del Anillo de DECCA, y es en estéreo. Kna tiene los Anillos de Bayreuth de 1956, 1957 y 1958 con Hans Hotter, también excelentes, pero con sonido monoaural y una toma de menos impacto, mientras que la única Valquiria de London es la dirigida en estudio por Erich Leinsdorf con la Sinfónica de Londres (DECCA, 1961) -además, existe un registro no oficial de un Anillo de Leinsdorf en el Metropolitan del mismo año donde London canta en el Oro y en Sigfrido-, por lo que este fragmento nos hace imaginar lo que hubiera podido ser una Tetralogía con Kna en estudio. A tempo contenido, derrocha emoción, con una cuerda cálida en el fraseo y unos metales rugientes, mientras que en los momentos más líricos, las trompas son cálidas y elegantes. La voz oscura y poderosa de London es ideal para Wotan, derrochando facultades y, en conjunto, como grabación, no me cabe duda de que estamos ante los mejores adioses de Wotan de toda la discografía.

Como curiosidad, habría que colocar en el siguiente lugar los dos monólogos de Sachs, dado que London nunca cantó el rol, ni en estudio ni en directo. Desconozco las razones, pues en los dos monólogos resulta impecable y su voz se me antoja ideal para el personaje: voz oscura, tersa, pero a la vez humano y un punto melancólico, con una mezza voce que no pierde color ni proyección. Kna acompaña con naturalidad y le deja respirar, pero sin caer en la rutina, con un punto de melancolía.

Excepcional igualmente, aunque menos sorprendente por disponer de varios registros, el monólogo del Holandés. Disponemos de cinco grabaciones completas con London, una con Astrid Varnay (con Joseph Keilberth en el Festival de Bayreuth 1956, grabación monoarual no oficial que primero editó Golden Melodram y luego Walhall y Myto) y cuatro con Leonie Rysanek -conformando la que para mí es la mejor pareja en esta obra-: sobresale la del Festival de Bayreuth de 1959, con Wolfgang Sawallisch, publicada por Orfeo en un buen sonido monoaural, coincidiendo también en estudio para DECCA en 1961 bajo la batuta de Antal Dorati y los conjuntos del Covent Garden de Londres. Coinciden en otras dos grabaciones no oficiales del Metropolitan: Thomas Schippers en 1960 (Walhall) y Karl Böhm en 1963 (Gala). Claro, que aquí tenemos a Kna en el podio, lo que indudablemente añade interés adicional, sobre todo cuando sólo tenemos un Holandés de él, el del Festival de Bayreuth de 1955 (Orfeo), de correcto sonido monoaural pero lejos del estéreo que aquí se nos ofrece, y allí con el versátil y caballeresco Hermann Uhde, no tan apocalíptico y terrible como London, en una atormentada interpretación del monólogo. La dirección es vibrante y tormentosa, con un tempo contenido en el clímax final de gran impacto.

DECCA ha optado por llegar a los sesenta minutos de duración completando el disco con dos fragmentos muy conocidos: la escena final del Oro de la Tetralogía de Solti, grabada en el otoño de aquél año, y el monólogo de Amfortas del primer acto de Parsifal en el histórico registro que Philips llevó a cabo en 1962 en Bayreuth con Kna en el podio. Resulta curioso cómo la toma sonora es un punto inferior en estos dos casos: en el Oro, un punto menos redonda, mientras que en Parsifal, en vivo, es un punto más lejana. La escena final del Prólogo de la Tetralogía es lacerada en la tormenta y explosiva en la entrada de los dioses, con un London de voz tersa y sin problemas con las temidas frases del saludo a la fortaleza. En lo que respecta al monólogo de Amfortas del Parsifal de 1962, London realiza una interpretación doliente pero vigorosa, si bien se aprecia una voz un punto menos desbordante que en el resto de fragmentos. No hay aún signos evidentes de declive, pero un año antes había sufrido la parálisis de cuerdas vocales que le llevaría a su prematura retirada, y parece que esto se refleja en la grabación.

Vaya por delante que no soy muy dado a las grabaciones de recital, prefiriendo registros completos. No obstante, la excelencia de un cantante que tuvo una carrera más bien breve, de quien apenas disponemos de grabaciones en condiciones sonoras aceptables, y acompañado de la excelente batuta de Kna y de unos gloriosos filarmónicos vieneses, todo ello con un soberbio sonido, hace que no me lo piense. Es un disco que hay que tener. En 2022, DECCA ha publicado sendas ediciones Kna de grabaciones sinfónicas y operísticas, y en esta última ha incluido el disco. El principal problema es que el aficionado exhaustivo es probable que tenga ya por separado buena parte de la caja: Parsifales de Bayreuth 1951 y 1962 y las grabaciones en estudio con la Filarmónica de Viena -Maestros, primer acto de La Valquiria, fragmentos de Tristán con la Nilsson-. Esperemos que DECCA lo vuelva a reeditar por separado.

DICIEMBRE DE 2020. ACTUALIZADO A SEPTIEMBRE DE 2023.

____________________

¹ London sólo grabaría el Wotan del Oro. El proyecto se fue dilatando y, tras registrar el Prólogo, los compromisos comerciales y la respuesta del mercado hicieron esperar al equipo de DECCA, que no continuaría con la Tetralogía sino hasta 1962, con Sigfrido. London había sufrido la paralización del nervio de su cuerda vocal derecha en otoño de 1961 y el experimentado Hans Hotter le sustituiría aquí y en la posterior Valquiria grabada en 1965.

² Como relata CULSHAW en Ring resourding, las memorias sobre la grabación del Anillo, publicadas en 1967 -actualmente editadas por Pimlico (2012)-, Kna no se adaptó bien a la dinámica del estudio de grabación.