LOS PARSIFALES DE KNAPPERTSBUSCH

        Pocas asociaciones obra-director se hacen tan patentes como Parsifal y Hans Knappertsbusch, gracias a toda la serie que dirigiera en el Festival de Bayreuth desde 1951 hasta 1964. A lo largo de las últimas décadas se han ido publicando todos ellos, añadiendo fragmentos procedentes de sendas interpretaciones en Berlín y Viena, si bien su disponibilidad en el mercado no es la misma, como tampoco su sonido. Como es bien conocido, el director declinó dirigir en el Festival de 1953 debido a diferencias, aparentemente irreconciliables, con Wieland Wagner, por lo que aquél año estuvo en el foso Clemens Krauss. Tras el fallecimiento inesperado de éste en Ciudad de México en mayo de 1954, los hermanos Wagner pidieron a Knappertsbusch que regresara, estando al frente de la obra hasta que, en el otoño de 1964, una caída le produjo una fractura de fémur que se fue complicando y le impidió asistir al Festival de 1965. Fallecería el 25 de octubre de aquél año.


PRIMERA ETAPA

Se caracteriza por tempi muy dilatados, sonoridad marmórea y un reparto vocal con cantantes de los de siempre, el mejor de toda la Historia del disco, con nombres históricos en su mejor momento vocal.

FESTIVAL DE BAYREUTH 1951

        El Parsifal de la reapertura, que grabara TELDEC, comisionada por DECCA. Poesía mística con un Kna de tempi muy dilatados -su registro más largo, casi 4 horas y 32 minutos-. El reparto es el mejor de la discografía: Wolfgang Windgassen (Parsifal), Ludwig Weber (Gurnemanz), George London -juvenil- (Amfortas), Arnold van Mill (Titurel), Martha Mödl (Kundry), Hermann Uhde (Klingsor) y Ruth Siewer (solo). Por desgracia, el sonido revela la antigüedad de la grabación. La edición TELDEC en CD se encuentra descatalogada, y hoy puede encontrarse en Membran o en ZYX Music, sello que agrupa a Membran. El ruido de fondo esta eliminado a costa de limitar los agudos. Los tutti suenan enlatados y faltos de profundidad. También fue editado por Naxos, tomando como base unos vinilos de la edición original, si bien la toma se presenta a mayor volumen, no es preferible porque los forte suenan un punto saturados.


FESTIVAL DE BAYREUTH 1952

                    Una opción de la primera etapa preferible para muchos wagnerianos, entre los que me incluyo, con un sonido más natural, que sin embargo también evidencia la antigüedad de la toma. Los tempi son dilatados, pero la obra dura nueve minutos menos, siendo el tercero más lento de la serie. Mismo reparto que el año del estreno en los roles principales, a excepción de Titurel, aquí un Kurt Böhme más inquietante. Los secundarios se afianzaron con la incorporación de Rita Streich como muchacha-flor y Gerhard Unger como escudero. La pareja protagonista se compenetra mejor dramáticamente. Fue publicado de forma no oficial en 2001 por Golden Melodram, obteniendo la grabación de la Radio de Baviera. Partiendo de esta fuente, fue publicado por Archipel en su serie Desert island collection y de nuevo en 2013 con nueva remasterización de 24 bit/96 kHz.


FESTIVAL DE BAYREUTH 1954

                    Tras el breve interregno de Krauss, Kna volvió a Bayreuth y ofreció una lectura solemne y mayestática, la segunda más lenta de la serie, con 4 horas y 29 minutos. Hay consenso en que la compenetración vocal y dramática de la pareja Windgassen-Mödl es la mejor conseguida, como también la batuta en esta concepción de primera etapa, pero a nuestro juicio no puede erigirse como icono de la misma por tener un reparto un tanto peculiar, con los inhabituales Amfortas de Hans Hotter -un tanto místico- y Titurel de Theo Adam -que además se pluriemplea, al cantar también el segundo caballero-. Ludwig Weber cantó aquél año el Rey Enrique en Lohengrin, por lo que Josef Greindl ocupó su lugar como Gurnemanz, más guerrero que monje, en un plan de Wieland de ir haciendo una transición ordenada en el rol. Hermann Uhde dejó paso a Gustav Neidlinger como un poderoso Klingsor. Como curiosidad, contiene los debuts en Bayreuth de Ilse Hollweg y Dorothea Siebert como muchachas-flor, y el único solo que cantara Hetty Plümacher. Estuvo tradicionalmente en el mercado de forma no oficial en ediciones de pobre sonido -en los años noventa se publicó en CD por King Records-, hasta que Golden Melodram publicó en 2001 una edición -también no oficial- que mejoraba sustancialmente el sonido respecto a anteriores apariciones, que fue luego reproducida por Archipel en su serie Desert island collection. Ángel Fernando Mayo esperaba con expectación una reedición que le hiciera justicia, llegándose a resignar cuando los registros de 1961 y 1963 la obtenían existiendo entre medias el estéreo de 1962, pero pudo verla publicada. Es curioso como Golden Melodram se hizo esperar, pues en la edición en vinilo que Melodram sacó en 1985 del de 1964, la última cara era un bonus con una selección de media hora de este Parsifal con mejor sonido, y que incluía completas las intervenciones de Hotter como Amfortas, la gran curiosidad de este registro. Actualmente está disponible en Opera Depot, que también emplea la fuente de Golden Melodram. Sonido un poco por encima del de 1952.


FESTIVAL DE BAYREUTH 1955

                    El último registro en hacer aparición, en el verano de 2023, con una edición oficial a cargo del sello Hänssler, que tuvo acceso a las cintas originales de la Radio de Baviera. Dentro del altísimo nivel, probablemente sea el menos interesante de la primera etapa en términos artísticos. En cuanto a sonido, es el que mejor suena hasta su fecha y supera al de los tres años posteriores, pero no puede competir con los registros de 1959 en adelante, incluyendo a los no oficiales. Tras la lectura del año precedente, sorprende que Kna ofreciera en esta ocasión su tercer registro más rápido -comparte esta posición con el de 1958-, destacando un primer acto más dramático que extático, con un electrizante monólogo de Gurnemanz. Sin embargo, pierde frente a otros registros en la Verwandlungmusik o en el final de la obra, sin el fervor de otras ocasiones. El elenco también baja de nivel respecto a años anteriores. Escuchamos a Ludwig Weber en el que es su último Gurnemanz grabado en Bayreuth y se nota la pérdida de esmalte y algún apuro en la zona alta. La pareja protagonista es la formada por Ramón Vinay y Martha Mödl, que ya habían coincidido con Krauss en 1953, y si entonces compusieron un dúo de gran incandescencia y derroche vocal, aquí presentan algún problema puntual en el agudo. Neidlinger repite un excelente Klingsor, en sus mejores años. Discutible Amfortas de Dietrich Fischer-Dieskau, falto de anchura para la parte pero resuelta con inteligencia y exquisita técnica. Hermann Uhde hace una curiosa aparición como Titurel sustituyendo a un indispuesto Josef Greindl, que se alternaba con Weber en este rol y en el de Gurnemanz. Curioso también escuchar a Mödl cantar el solo.


FESTIVAL DE BAYREUTH 1956

                        Fue publicado de forma no oficial primero por Hunt -esta fue la edición que llegó a conocer Ángel Fernando Mayo y que comenta en su Guía Wagner-, después por Goldem Melodram y finalmente por Walhall en 2007. La de Goldem Melodram, hoy descatalogada, presenta un sonido cercano pero con mucho soplido de fondo, lo que cansa la escucha. Esta fuente serviría a la edición publicada por Walhall en 2007 que, pese a que indique remasterización a 24 bit/96 kHz, presenta el mismo inconveniente. La misma fuente ha sido la publicada por Opera Depot. Supongo que la primitiva edición Hunt fue igual o peor. Por la red circula una edición debida a Opera Prima que tiene limpiado prácticamente todo el soplido. El reparto mantiene a la pareja protagonista del año anterior -con Mödl también en el solo-, más desbordante vocalmente y con un Vinay dramáticamente más intenso que en 1955 y con Krauss en 1953. También repite Fischer-Dieskau como Amfortas. La grabación de la Radio de Baviera recogió a Josef Greindl como Gurnemanz, mientras que Titurel se lo repartieron Arnold van Mill y Hans Hotter, apareciendo este último. Aparece también Toni Blankenheim como un Klingsor demoníaco, que estará presente hasta 1959. Dirección tradicional de Kna, a tempi que se sitúan en un término medio entre sus lecturas más lentas y las rápidas. Éste podría ser el documento clave de la pareja Vinay-Mödl, además con un reparto alternativo en los otros roles, pero pesa el inconveniente del sonido, razón por la que se puede conseguir a un precio muy económico.

FESTIVAL DE BAYREUTH 1957

                        Registro de dudosa autoría y además con un sonido un poco más alejado que el del año anterior, patente soplido (un poco inferior al de 1956), saturación en los momentos más potentes y algún chasquido. Aquél año se ofrecieron cuatro funciones del Festival Escénico Sacro y Wieland decidió que Kna compartiera el podio con Cluytens, quien tras su Tannhäuser de 1955 le había calificado como sucesor nato del primero. Las funciones primera y tercera fueron dirigidas por Cluytens y la segunda y cuarta por Kna. En otoño de 2006 se anunció que Orfeo iba a publicar edición oficial de este Parsifal en la interpretación de Cluytens, pero no llegó a salir al mercado. Por su parte, Walhall publicó en enero de 2008, y de forma no oficial, un hipotético Parsifal de Kna correspondiente a este año, que es el que comentamos. Opera Depot también lo ha publicado empleando la misma fuente y etiquetándolo como de Kna. Repiten Vinay como Parsifal -último año en Bayreuth como tenor, antes de hacer la transición a barítono-, Greindl como Gurnemanz, van Mill como Titurel y Blankenheim como Klingsor. Regresa London como Amfortas. Última Kundry oficial de Mödl -aparecería una última vez en 1959 sustituyendo a Régine Crespin- y único año en que se repartió las funciones con Astrid Varnay, que cantó las dos primeras. Maria von Ilosvay, quien cantara el solo para Krauss en 1953, regresa a la breve parte. Como no hay dudas en cuanto a los cantantes, si los créditos dicen la verdad, estaríamos escuchando la última representación de aquél año, pero el fraseo y el color de la orquesta no evidencian a Kna y tienen mucho de Cluytens. Incluso Emilio José Gómez Rodríguez apunta en su libro El Nuevo Bayreuth de Wieland y Wolfgang Wagner que este registro puede tener distintas fuentes, lo que no es difícil teniendo en cuenta que el único papel que se dobló aquél año fue el de Kundry, que no canta en toda la segunda parte del primer acto y sólo dice unas pocas frases al comienzo del tercero.


SEGUNDA ETAPA

Los tempi de Kna se aligeraron y la orquesta muestra un color más variado. En 1958, 1959 y 1960 tenemos la tercera, segunda y primera interpretación más rápida, respectivamente -la de 1958 comparte duración con la de 1955-. Wieland intentó un cambio vocal a su preferido estilo latino, pero no consiguió superar el nivel de la etapa anterior. Aprovechando que Weber y Mödl habían dejado la primera línea y Vinay abandonado la cuerda de tenor, encomendó Gurnemanz a Jerome Hines y Kundry a Régine Crespin -a la postre, la favorita de Kna-. Parece que no le convenció Fischer-Dieskau como Amfortas en 1955 y 1956 pero, en todo caso, quería contar con una voz más juvenil que la de London, por lo que encomendó la parte a Eberhard Waechter. Para el rol protagonista quiso contar con Jon Vickers, pero el calendario de ensayos para 1958 se organizó demasiado tarde y sólo pudo aparecer como Sigmundo. Kna propuso entonces a Hans Beirer, tenor austriaco de la vieja escuela tan potente como tosco, aunque año a año iría puliendo su interpretación.


FESTIVAL DE BAYREUTH 1958

                Hines se dedica más a exhibir su instrumento -que aquí tampoco es especialmente poderoso, con algún apuro en la zona alta- que a interpretar a Gurnemanz, componiendo un personaje deslavazado y aburrido. Beirer es un tosco Parsifal. Año del debut de Ebarhard Waechter en Bayreuth como Amfortas, juvenil, más poderoso que Fischer-Dieskau, pero dramáticamente sin hacer. Greindl se ocupa de Titurel y Régine Crespin deslumbra como Kundry. Repite Maria von Ilosvay el solo, en la última edición en que cantaría de forma estable en Bayreuth -después sólo regresaría en 1964 y 1970-. Comparte minutación con el de 1955. No es de extrañar que Ángel Fernando Mayo dijera en su Guía Wagner que es el documento más desigual en el imponente legado bayreuthiano de Kna -a quien se le nota rutinario e incluso lánguido en el primer acto-, si bien en aquél momento (2001) sólo había sido publicado en vinilo por Melodram. Golden Melodram lo sacó en CD en 2002 y Andrómeda lo reeditó en 2014 tomando la misma fuente. Presenta un sonido un punto inferior al de 1955, pues si bien no tiene soplido, presenta menos definición. Sin duda el Parsifal menos interesante de toda la serie.


FESTIVAL DE BAYREUTH 1959

                Segundo registro más rápido de Kna. Mismo reparto que el año anterior a salvo algunos cambios en los roles menores, y con todo en general más asentado. Fritz Uhl dejó de ser caballero para ser ascendido a Erik. Wieland había ofrecido a Vickers el rol del cazador en el que era el estreno de su producción del Holandés, y el canadiense contraofertó con Parsifal, rol que se le había ofrecido el año anterior. El nieto de Wagner metió los dos roles en la propuesta, pero Vickers no quería cantar la ingrata parte de Erik, así que se excusó aduciendo que los ensayos coincidían con unas funciones de Medea en el Convent Garden con María Callas. Wieland se molestó y rechazó la presencia del canadiense, por lo que Beirer volvió a encarnar al protagonista. La Radio de Baviera retransmitió la tercera de las cinco funciones, y aquél día se indispuso Régine Crespin, por lo que Martha Mödl hubo de sustituirla, en el que es su último registro del rol. El solo fue cantado por primera vez por Ursula Boese -la Flosshilde del Anillo de Kna de 1958-, quien repetiría en 1961 y 1962. Publicado a principios de 2005 por Goldem Melodram, fue publicado por Walhall en 2010 en elegante presentación, con una fotografía de Hans Beirer en la portada, indicando que se remasterizó a 24 bit/96 kHz. No conozco la edición de Goldem Melodram, pero la de Walhall presenta buen sonido monoaural, el mejor de todos los Parsifales de los cincuenta. Pese a que su sonido es apetecible, su importancia artística es relativa -última Kundry de Mödl por sorpresa, Beirer y Hines- y se colocaría en la parte de abajo de la lista, sólo por delante del de 1958, aunque el wagneriano Llorenç Casanova hablaba muy bien de este Parsifal en el foro de Wagnermanía, pues fue el que presenció la primera vez que acudió a Bayreuth.


FESTIVAL DE BAYREUTH 1960

                    El registro más rápido de Kna y el más interesante de esta segunda etapa. La mayoría de cambios de reparto fueron fruto del estreno del Anillo de Wolfgang, para el que se buscó un elenco alternativo al de Wieland: Jerome Hines fue ascendido a Wotan y Greindl volvió al rol de Gurnemanz, dejando Titurel al intrascendente David Ward. Neidlinger no fue elegido como Alberich, por lo que Wieland le repescó como Klingsor. Waechter no terminaba de cuajar como Amfortas y Wieland incorporó al debutante Thomas Stewart, de voz más poderosa, si bien aquí todavía con el papel por hacer. Última edición en que participó en Bayreuth Ruth Siewert, volviendo al solo con el que debutaría en 1951. Greindl conocía infinitamente mejor la parte de Gurnemanz que Hines, y Beirer se muestra más pulido que en los dos años precedentes, sin llegar a ser idóneo. La mejor Kundry de Crespin. La áspera Ruth Hesse se ocupa del solo. Wieland no ofreció a Vickers el protagonista, pero sí mantuvo conversaciones con él para Tristán, rol que el canadiense rechazó en aquél momento. Estuvo disponible en vinilo bajo el sello Melodram y lo publicó en CD el sello Gala a precio reducido, con una preciosa portada con dos cisnes y un caliz. En 2011 lo publicó Myto con el rostro de un veterano Kna. El sonido siempre ha sido bueno y aun hoy es el mejor hasta su fecha, colocándose por delante de toda la década de los cincuenta.


TERCERA ETAPA

La etapa que podríamos denominar otoñal de Kna. Los tempi se enlentecen, pero sin llegar a las minutaciones de los primeros años. Wieland consideró agotada la fórmula de los tres años precedentes a salvo la Kundry de Créspin, si bien al asumir la Sieglinde del Anillo de Wolfgang se alternó con la norteamericana Irene Dalis, a quien escuchamos en los registros radiofónicos. Mantuvo a su gran baza dramática, Neidlinger, como Klingsor e hizo regresar a London como Amfortas, quien según declinaba su estado vocal se iba alternando cada vez más con el recién llegado a Bayreuth Thomas Stewart. Hans Hotter pasó a encarnar a Gurnemanz.


FESTIVAL DE BAYREUTH 1961


                Kna invirtió diez minutos más que el año anterior, en un Parsifal que luce reposado, ascético y de una serenidad apacible e incluso dulce, sin ser tampoco de los más lentos -si bien el primer acto es el más lento de toda la década de los sesenta-. Crespin cantó Sieglinde en el Anillo de Wolfgang, por lo que cedió las dos primeras funciones de Parsifal a la norteamericana Irene Dalis, a quien escuchamos. Parece que aquél año las negociaciones con Vickers avanzaron bastante, pero el canadiense tenía firmada con RCA la grabación en estudio de la célebre Aída de Solti con los conjuntos de la Ópera de Roma, a desarrollar en el mes de julio. El tenor propuso acudir a Bayreuth para dos funciones en agosto, pero a Wieland le pareció un compromiso escaso, por lo que optó por el norteamericano Jess Thomas, en lo que sería el inicio de una larga relación con el Festival  -hasta 1976-. Ambos debutantes ofrecen una pareja juvenil y con grandes posibilidades, si bien dramáticamente estarían más compenetrados un año después. Hotter luciría su mejor instrumento de cuantos Gurnemanz cantara en Bayreuth. Thomas Stewart compartiría Amfortas con Georges London, a quien ya se le había diagnosticado la parálisis del nervio en la cuerda vocal y está menos desbordante que en los años cincuenta, si bien ofrece buen nivel vocal, en una interpretación contenida, afín a la concepción dulce y contemplativa de Kna. Ludwig Weber se despide de Bayreuth con Titurel y debuta Gundula Janowitz como una de las muchachas-flor. Boese vuelve al solo. Apareció en 2000 de forma no oficial de la mano de Goldem Melodram, edición hoy descatalogada, si bien se encuentra disponible en la reedición que Myto realizara en 2012, con buen sonido monoaural, similar al de 1960, y una fotografía de Irene Dalis en la portada.


FESTIVAL DE BAYREUTH 1962

                    La famosa grabación de Philips en estéreo, un documento capital en la difusión del legado artístico del Nuevo Bayreuth por su magnífico sonido, el único en estéreo de toda la serie, el de más profundidad y el más fiel a la acústica del Festspielhaus, pese a que tenga cierto soplido de fondo en los pasajes más tenues que no tienen las grabaciones monoaurales de sus años inmediatos. Wieland quedó contento con Thomas, y si bien siguió intentando captar a Vickers, en esta ocasión le ofreció de nuevo Tristán -Wieland estrenaba producción-, una propuesta que el canadiense volvió a rechazar. Crespin no se prodigó mucho en Bayreuth, por lo que la Dalis asumió el rol en solitario. La pareja está más compenetrada dramáticamente que el año anterior, si bien tengo la sensación de que vocalmente estuvieron más generosos entonces. Hotter repite su Gurnemanz -cada año un punto más nasal-. Amfortas se lo vuelven a repartir Stewart y London, y aquí volvemos a escuchar a London, un punto más vigoroso que el año anterior. Debut en Bayreuth de otro histórico: Martti Talvela, como un juvenil Titurel. Boese repite el solo. Es la grabación ideal para iniciarse, no sólo por sonido, sino porque Kna conjuga a partes iguales y de forma muy equilibrada, ascetismo y drama -es el cuarto registro más rápido-.


FESTIVAL DE BAYREUTH 1963

                    Fue publicado de forma no oficial por Golden Melodram en 1999 con buen sonido monoaural, desapareciendo poco después del mercado. Actualmente puede conseguirse en Opera Depot. Wieland había comprobado las posibilidades de Thomas con Parsifal y con Lohengrin, por lo que le ofreció cantar Walther en su nueva producción de Maestros, lo que hizo que el norteamericano sólo cantase las dos últimas funciones del Festival Escénico Sacro, cediendo todas las demás nada menos que a Wolfgang Windgassen, en la última ocasión en que cantó el rol en el Festival de forma oficial -sustituiría a James King por indisposición en una función de 1967-. Repiten Hotter y London y regresa Kurt Böhme como Titurel y Ruth Hesse para el solo. La edición Golden Melodram acredita erróneamente a Ludwig Weber como el anciano rey en la contraportada -no así en el librillo-, retirado de Bayreuth dos años antes, como bien advirtió Ángel Fernando Mayo al comentar este registro en el boletín de DIVERDI. La confusión probablemente procediera del libro Festspiele Nachrichten Beiträge 1957-1982, que contenía todos los repartos del Festival de 1876 a 1982 y donde se citaba a Weber. Al tiempo de su publicación el Festival no había publicado en la red su base de datos, que llegaría en la era Eva-Katharina. El buen sonido monoaural, superior al de 1961 y parejo al de 1964, unido a la conjunción Windgassen-Dalis, ha hecho que este registro siempre haya sido muy apreciado, considerándose el mejor dúo de toda la década de los sesenta, con la mejor Kundry ofrecida por la norteamericana. Es un minuto más lento que el de 1961 -el primer acto dura un minuto menos, pero gana un minuto en cada uno de los otros dos actos-.

FESTIVAL DE BAYREUTH DE 1964

                El testamento del Sumo Sacerdote. Un documento bien conocido por su presencia durante décadas de forma no oficial: primero en vinilo en 1985 por Melodram y después en CD por Hunt y Arkadia (de pobre sonido), Golden Melodram (que lo mejoró sin llegar a los resultados del de 1963) y finalmente por Orfeo en 2007, edición oficial que presenta un magnífico sonido monoarual. El destino hizo que la última aparición de Kna quedara registrada por la Radio de Baviera, que aquél año había decidido retransmitir la última de las funciones de Parsifal. Dirección otoñal y nostálgica, probablemente la más personal de toda la serie, con una paleta orquestal más rica, de tonos crepusculares violáceos, y tomándose algunas libertas rítmicas en el tercer acto. Casi un minuto y medio más lento que el de 1963, debido a un segundo acto más dilatado. Wieland consiguió que Vickers volviera a Bayreuth. El canadiense ofreció una interpretación arrojada, de imponente heldentenor, si bien la voz resulta un punto leñosa y menos dada a lirismo que en su Sigmundo de 1958. La dicción tampoco es la más ortodoxa. Hotter ofrece su Gurnemanz más poético y otoñal, pese a su nasalidad. Al tratarse de la última función, no escuchamos a George London -en el año de su despedida de Bayreuth-, sino a Thomas Stewart, en magnífica forma vocal pero dramáticamente un punto distante. Heinz Hagenau es un competente Titurel. Irene Dalis no regresó a Bayreuth y fue sustituida por Barbro Ericson, que en su única aparición en el Festival ofreció una Kundry limitada en el agudo, con voz opaca y emisión dura, sin que su presencia dramática sea apabullante. Ruth Hesse vuelve a cantar el solo. El personal estilo que adopta aquí Kna, el hecho de que no volviera a dirigir, la presencia de Vickers y el poético Hotter han hecho que sea un documento en parte mitificado, pues el conjunto vocal es el más flojo de toda la tercera etapa. No obstante, la presencia de edición oficial, el hecho de que el de 1963 tiene una circulación reducida y que el de 1961 tiene un elenco casi calcado al oficial de 1962, le ha hecho erigirse como tercera opción frente a los de 1951 y 1962. La reciente aparición del de 1955 en edición oficial no le ha afectado, un registro que se sitúa por debajo -y con otros entre medias- tanto en términos artísticos como de sonido.

FRAGMENTOS

TERCER ACTO EN BERLÍN (1942)

                En 1977 apareció un doble vinilo publicado por Akanta que contenía el preludio y el acto tercero de un Parsifal en la Deutsche Oper de Berlín dirigido por Kna el 31 de marzo de 1942, pero datándolo erróneamente en 1943. En los años noventa fue publicado en un único CD -lo que llevó a suprimir el preludio- por Preiser y, en 2000, por Music & Arts. Esta última edición está disponible, como también la que en 2022 publicó Opera Depot. Ángel Fernando Mayo explica detenidamente en su Guía Wagner los misterios que envuelven a este registro: la toma procede de la radio pero, ¿se trató de una representación completa en vivo o de una grabación para las ondas exclusivamente del tercer acto? A favor de esta última tesis, Parsifal se ofreció poco en Alemania durante la guerra y en aquellos años Kna dirigió poco en Berlín, pero a favor de la primera resulta curioso que se contara con una cantante habitual de la época para las brevísimas frases que Kundry canta en el tercer acto. El sonido evidencia la antigüedad de la toma, fundamentalmente por su saturación en el forte, pero tiene cuerpo y presencia. Se trata de un tercer acto paladeado pero con garra (más de 76 minutos, si bien es más rápido que los de 1956, 1952, 1954 y 1951, por este orden). Lo más interesante es poder escuchar a Ludwig Weber como Gurnemanz en su mejor momento vocal -contaba con 42 años-. El resto de nombres se quedaron en la vieja escuela: Karl Hartmann (Parsifal), Elsa Larcén (Kundry) y se desconoce realmente quien interpreta a Amfortas, proponiéndose los nombres de Hans Wocke o Hans Reinmar.


FRAGMENTOS EN VIENA (1950)

                    Los días 14, 15 y 24 de junio de 1950, DECCA puso sus micrófonos en la Musikverein vienesa para registrar, con Kna y la Filarmónica de Viena, la obertura de Rienzi y, de Parsifal, el preludio, la Verwandlungsmusik y la escena de las muchachas-flor, con Günther Treptow en el papel protagonista y féminas del coro de la Staatsoper vienesa. Era la era de Victor Olof al frente de la sección de música clásica del sello inglés, antes de la llegada de Culshaw al cargo en 1955. Se decía que Olof no era muy wagneriano, pero parece que apreciaba a Kna más de lo que lo apreciaba Culshaw, al menos en cuanto a grabaciones en estudio. En 2004, Testament, en su labor de hacerse con los derechos de grabaciones antiguas, limpió la grabación y la publicó en CD junto con los míticos Muerte y transfiguración y Don Juan que Kna grabara en París en 1956. El disco es una curiosidad, y realmente merece la pena por las interpretaciones de Strauss, absolutamente referenciales. Exceptuando la escena de las muchachas-flor, todos los demás fragmentos del disco de Testament pueden encontrarse en las cajas que, dedicadas a Kna, ha publicado el sello Scribendum y con el mismo sonido, pues ha empleado la edición de Testament.


CONCLUSIONES

El debate ya es secular: ¿cuál es el mejor Parsifal de Kna? No daremos la solución definitiva, pero sí algunas pautas, personales por supuesto, sobre qué registros son preferibles:

  • La etapa menos interesante en términos artísticos es la segunda -curiosamente la de los registros más rápidos-. El de 1958 es un registro para completistas, con el elenco más débil, Kna poco inspirado para lo que era él al frente del Festival Escénico Sacro y un sonido que, si bien no es malo, tampoco se coloca entre los mejores -por debajo sólo se situarían, descendiendo, 1954, 1952, 1951, 1956 y 1957-. El de 1959 se situaría inmediatamente por delante, por lo que si se quiere contar con un registro de esta etapa, indudablemente el de 1960 es la elección acertada.
  • De la primera etapa descarto el de 1957 por apócrifo y pobre sonido, y el de 1956 por este último motivo. El de 1955 tiene el mejor sonido, pero Vinay y Mödl no están al mismo nivel que con Krauss en 1953 ni un año después, y no es el registro más espiritual de Kna. Si bien en 1954 Windgassen-Mödl-Kna logran el equilibrio más perfecto, prefiero 1951 y 1952 por la presencia de Weber como Gurnemanz frente a Greindl, y London como Amfortas frente al más personal Hotter. Entre los dos últimos, mi elección iría para el de 1952, con un sonido un punto más natural y una pareja protagonista más compenetrada dramáticamente. No obstante, esta elección sería muy personal y discutible frente a 1951 y 1954.
  • Respecto a la tercera etapa, hay que partir de la base de que el registro de 1962 es el Parsifal por excelencia para iniciarse, no ya entre los de Kna sino en la obra en general. El de 1964 tiene una parte mítica, como lo tiene el de 1951, pero si bien el de 1951 tiene un elenco excepcional, el de 1964 tiene el menos redondo de esta etapa, por mucho que cuente con Vickers y un Hotter especialmente poético. Es verdad que es una edición oficial y que suena muy bien, pero el de 1963 suena parecido aun no siendo oficial y se lleva la valoración vocal más alta por la pareja protagonista. Y quedaría un detalle: para quienes gusten de la concepción contemplativa de Parsifal, mi favorito de esta tercera etapa, el de 1961, con una dirección suave y dulce, con una unción especial, que además tiene a Hotter como Gurnemanz en mejor estado vocal.
  • Resulta muy complicado hacer una valoración haciendo entrar en liza a la vez a los registros de las tres etapas. Si consideramos que Windgassen ha sido el cantante que mejor ha conjugado timbre, técnica vocal y presencia dramática como Parsifal, y que Mödl es la Kundry indiscutible, por voz y psicología dramática, 1951, 1952 y 1954 son los tres registros a considerar. Si consideramos que Gurnemanz pertenece a Weber y Amfortas a London, la elección se reduce a 1951 y 1952. Ahora bien, todo esta argumentación se nos viene abajo si consideramos que Kna dio lo mejor de si mismo en las más dúctiles lecturas de la tercera etapa frente a las graníticas de la primera.
  • El registro de 1956 se merece una mejor edición, pues con buen sonido sería la opción alternativa al elenco clásico de primera etapa -Vinay vs Windgassen, Greindl vs Weber, Fischer-Dieskau vs London... y Mödl cantando no sólo Kundry sino también el solo-. En cuanto al de 1957, además del sonido habría que ofrecer un material sin dudas en cuanto a autoría. Si se llegara a publicar una función con Varnay, definitivamente se erigiría como la opción alternativa, pues Mödl es la única cantante que permanece invariable en la primera etapa.
  • En términos artísticos, los registros menos interesantes son los de 1958 y 1959. En términos de sonido serían descartables los de 1956 y 1957 y este último, además, por dudosa autoría -no sabemos realmente a quién estamos escuchando y si estamos escuchando una representación completa o una suma de fragmentos-. El de 1955 también se colocaría en la escala baja, dentro del, por otra parte, excepcional nivel medio de toda la serie.

        Este artículo, terminado el 25 de diciembre de 2023, es el último que se publica bajo el reinado de Wagnermanía (www.wagnermania.com), la página web líder en español sobre Wagner, que cierra sus puertas el próximo 31 de diciembre tras veinticinco años de andadura. Sirva de homenaje a tan magnífico proyecto, que tanto ha dado a la difusión de Wagner. Hasta siempre, Wagnermanía.

DICIEMBRE DE 2023.

No hay comentarios:

Publicar un comentario