Sobre Las Hadas

Las Hadas es la primera ópera completa de Wagner. Una obra con influencias de los primeros románticos, sobre todo Carl Maria von Weber, pero también de Beethoven y de Mozart. Una obra con momentos de gran belleza, con una orquestación elegante y en la que de alguna forma se revela el futuro prometedor del compositor.


Dibujo de G. Franz de la escena final de Las Hadas en la producción 
del estreno póstumo en Munich el 29 de junio de 1888.

          Tras abandonar su proyecto La boda, un joven Wagner de diecinueve años de edad se encontraba en Würzburg como director de coro cuando se fijó en la obra La dama serpiente del veneciano Carlo Gozzi, un acérrimo defensor del modelo toscano de los clásicos medievales (Dante, Petrarca o Boccacio). Escribió el libreto entre enero y marzo de 1833 y en él ya aparecen algunos de los temas que tratará en obras posteriores, como el origen sobrenatural del amante (origen que no puede ser preguntado), pruebas u obstáculos que hay que vencer y, sobre todo, la redención por amor. Para los protagonistas, mantuvo el nombre de los de su proyecto anterior: Ada y Arindal. La música fue compuesta entre mayo y diciembre y la partitura completa estuvo lista a principios de 1834, contando el compositor con veinte años.

Lámina sobre el tercer acto de la obra.
               La obra, que supera las tres horas de duración, no se estrenó en vida del compositor, aunque la posibilidad de una representación fue considerada por la Ópera de Leipzig. Sólo la obertura fue interpretada en concierto, dirigida por el propio compositor el 10 de enero de 1835 en Magdeburgo, donde ocupó brevemente el puesto de director de la Ópera. El manuscrito fue regalado por el compositor a Luis II de Baviera junto con las dos otras óperas completas de juventud (La prohibición de amar y Rienzi). A la muerte del monarca revertieron a la familia Wagner, quien después se los regalaría a Adolf Hitler, pereciendo con él en el búnker de Berlín en los últimos días de la II Guerra Mundial.

               Las Hadas se estrenó en Munich cinco años después de la muerte del compositor y dos después de la de su mecenas Luis II, el 29 de junio de 1888, bajo la dirección de Franz Fischer. El estreno tuvo lugar contra los deseos de la viuda de Wagner, Cósima, probablemente porque el compositor había renegado de sus obras de juventud, sus pecados de juventud, como se refería a ellos, y quizás pensara que la obra desacreditaba la valía de su marido. Nada más lejos de la realidad. Si bien la obra no presenta la redondez dramática y la complejidad armónica de sus trabajos de madurez, sí que nos permite apreciar la incipiente genialidad de Wagner: la orquestación es sumamente elegante, destacando los distintos juegos de viento-madera y tompas, sin efectismos vanos ni volumen innecesario -a diferencia de otros compositores, Wagner nunca emplea más orquesta de la que necesita, cuestión distinta es que muchas veces sus necesidades sean grandes-, los coros presentan gran atractivo (destacando el sotto voce inicial del mundo de las hadas, antecedente de ese otro que es el que nos transporta al Venusberg en Tannhäuser) y la escritura de las voces es de buena factura. En consecuencia, nos encontramos ante una obra que, musicalmente, merece figurar entre las aportaciones más destacadas a la ópera alemana en el primer Romanticismo. En conjunción dramática y musical el primer acto es el más redondo, por contraposición al tercero, que si bien ofrece dos monólogos largos al protagonista no precisamente sencillos, al poco de comenzar y casi al final -anticipando de alguna manera la locura de Tristán en el tercer acto-, y un final muy bien construido, la resolución argumental, con las tres pruebas, se sucede demasiado rápido y de manera insospechadamente simple, además de no transmitir todo el aliento dramático en la música, si bien corona de forma satisfactoria el final de la ópera.

               Sea como fuera, hoy la obra es una rareza, representada sólo en ocasiones que lo justifiquen (aniversarios, integrales wagnerianas...), la última el bicentenario del nacimiento del compositor en 2013. La Ópera de Ratisbona diseñó una nueva producción en la temporada 2013/2014 que no ha vuelto a subir a los escenarios, mientras que la de Leipzig, que llevó a escena la obra en la 2012/2013 (con una interpretación en versión de concierto en Bayreuth en julio -no en el Festspielhaus-), la repuso en mayo de 2016. Al menos los teatros se animan a escenificarla, pues con motivo del centenario del fallecimiento del compositor, en 1983, la Ópera Estatal de Baviera interpretó a lo largo del año sus trece óperas y escenificó todas menos ésta, que fue ofrecida en versión de concierto. A juicio de su director, Wolfgang Sawallisch, no iba a resultar tarea fácil adecuar al pensamiento del siglo XX una trama de cuento.

          Precisamente es a Wolfgang Sawallisch a quien debemos la versión típica de esta obra (dentro de sus contadas interpretaciones), pues es raro que se represente completa. El director suprimió algunas reexposiciones aquí y allá, bien orquestales, bien en intervenciones solistas, limó los concertantes y suprimió la introducción orquestal del primer acto, de manera que la obertura, inicialmente separada, ataca al coro de hadas sotto voce (quizás el retoque más interesante de todos). Según el propio director, lo hizo al objeto de hacer avanzar la trama, curiosamente en una versión de concierto, donde se justificaría menos por razones dramáticas. Sea como fuere, sus más de tres horas quedan reducidas a dos horas y cuarenta y cinco minutos sin perder material temático, aunque sí alguna reexposición o desarrollo interesante, como comentaremos en la discografía. Además, colocó en un momento distinto la gran escena de Ada del segundo acto. Esta versión es la que sigue el libreto que proponemos.

VERSIONES DISCOGRÁFICAS

Sólo existen cuatro grabaciones discográficas de la obra, de localización intermitente y normalmente a precio elevado. Son interpretaciones que se mueven entre lo correcto y lo notable, por lo que teniendo en cuenta la inhabitualidad de este título, es de agradecer contar con lecturas de calidad, infinitamente mejores que lo que podemos encontrar, por ejemplo, en títulos poco habituales de Weber y Schubert. Comentamos cada uno brevemente en orden cronológico.

La primera vez que se grabó la obra fue en el Festival de Jóvenes Músicos de Bayreuth de 1967, en dos representaciones ofrecidas el 22 y el 24 de agosto en la Grosses Haus bajo la dirección de André Gaillard. Los vinilos resultantes tuvieron una circulación limitada y hoy son inencontrables1. Además, la obra debía tener bastantes cortes para poder entrar en dos discos.


EDWARD DOWNES / BBC NORTHERN SYMPHONY, 1976
Fue editada por el sello de la BBC, luego por Ponto y hoy está descatalogada

Única grabación completa de Las Hadas (de tres horas y veinte minutos de duración), realizada en directo en Londres el 2 de mayo de 1976 con primeras figuras británicas -lo que hace que este registro haya sido siempre muy apreciado por la crítica anglosajona, aun cuando el resultado no sea muy idiomático-. Más que solvente dirección de Edward Downes, quien grabó las tres obras de juventud completas. Inicialmente editada por el sello de la BBC, en 2005 la reeditó Ponto y actualmente se encuentra descatalogada. Se incluye en la edición completa de las óperas de Wagner que Deutsche Grammophon realizó en 2013 con motivo del bicentenario del compositor, con el inconveniente de que el contenido de la caja es muy desigual.



WOLFGANG SAWALLISCH / ORQUESTA Y CORO DE LA RADIO DE BAVIERA, 1983
ORFEO

Grabación clásica procedente del ciclo wagneriano completo que Sawallisch dirigió en la Ópera Estatal de Baviera aquél año, suprimiendo reexposiciones temáticas y limando los concertantes, de forma que la deja en dos horas y cuarenta y cinco minutos. La dirección es viva, elegante y sutil, con sonoridades más propias del primer romanticismo que del Wagner maduro. Reparto notable y homogéneo de habituales de la Ópera Estatal de Baviera, conformado por voces propias de un repertorio alemán más ligero en el que se incluyen algunos cantantes versátiles que han abordado con éxito papeles wagnerianos (Kurt Moll, Cheryl Studer o un joven Jan-Hendrik Rootering). Recomendable como primera opción, presenta el inconveniente de su precio. Orfeo ha editado las tres óperas de juventud por Sawallisch en una caja única, pero no hay que perder tampoco de vista su precio.



GABOR ÖTVÖS / TEATRO COMUNAL DE CAGLIARI, 1999
DYNAMIC (reeditado por Membran)

Grabación del estreno de la obra en Italia, en el valiente Teatro Comunal de Cagliari (Cerdeña), quien produjo y grabó varios títulos casi desconocidos del repertorio operístico. En su momento fue una grabación a tener en cuenta, dado que en la práctica era la única alternativa a Sawallisch y contenía quince minutos más de música gracias a que añade la introducción del primer acto y material suprimido de los concertantes. El reparto contiene algunas bazas interesantes, como el Rey de las Hadas de Jyrki Korhonen (de timbre parecido al de Matti Salminen pero sin el volumen de éste) o el Gernot de Artur Korn. Ada es una correcta Sue Patchel y Arindal un Raimo Sirkiä de voz no muy bella. Por desgracia, la orquesta no está a la altura de la obra, con una cuerda deshilachada en algunos momentos y unos metales algo planos. A favor, su precio económico. Este registro hubiera conseguido hacerse un hueco definitivo si hubiera sido grabado en vídeo, pues la producción que para la ocasión diseñó Beni Montresor era muy bella2.



SEBASTIAN WEIGLE / ÓPERA DE FRANKFURT, 2011
OEHMS CLASSICS

Uno de los directores wagnerianos de nuestros días, Sebastian Weigle, poco a poco va haciendo su ciclo operístico en disco, incluyendo las tres obras de juventud. Con su formación titular realiza una lectura atenta a la articulación, con maderas nítidas y un metal broncíneo muy atractivo. Nutrido coro bien empastado. Amplía el material musical utilizado, con tres horas y diez minutos de duración, por lo que es prácticamente una grabación completa. Competente reparto encabezado por unos sólidos Tamara Wilson y Burckhard Fritz. No es siempre fácil de encontrar y el precio no ayuda.

MARZO DE 2017.
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1 En algún catálogo aparece John Bell como director, indicando que Gaillard se hizo cargo del coro, pero por la red circulan fotos de estos vinilos, figurando André Gaillard como director de coro y orquesta. De igual manera, en páginas francesas puede leerse que Manfred Jung (el controvertido Sigfrido del Anillo del Centenario en Bayreuth) cantó el papel de Arindal en el que fue su debut (acabaría sus estudios al año siguiente). Tanto en las bases de datos como en el propio disco aparece Miroslav Frydlewicz en el papel protagonista. Cuestión distinta es que se hicieran más funciones con otro reparto.
2 Pueden verse imágenes aquí.

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