Sobre Parsifal

La última ópera del compositor constituye un viaje místico por una partitura de acción lenta, interiorizada, con una orquestación suntuosa pero a la vez ascética, a medio camino entra la ópera y el oratorio. Obra de director por excelencia, una u otra batuta pueden hacernos sentir cosas muy diferentes.

Parsifal, de Hermann Hendrich.
          La decimotercera y última ópera de Wagner, Parsifal, lleva por subtítulo Festival Escénico Sacro. Basada en el poema épico de Wolfram von Eschenbach (h. 1170 - h. 1220), fue proyectada en abril de 1857 durante su periodo en Zurich bajo el mecenazgo de Otto von Wesendonck, según nos cuenta el compositor, una mañana de Viernes Santo. Wagner había leído el poema en 1845 y la idea de abordarlo como ópera le acompañó durante décadas. Tras un primer esbozo del texto en Zurich, no retomaría el trabajo hasta 1865 y no se pondría a la tarea realmente hasta haber concluido el Anillo. En 1877 terminó el libreto, comenzando con la parte musical, acto a acto en riguroso orden, para culminar la vasta partitura de más de cuatro horas de música en 1882. Fue estrenada el 24 de julio de aquél año en el Festival de Bayreuth bajo la dirección de Hermann Levi.

          Gracias a Luis II de Baviera, Wagner consiguió que el Festival tuviera el monopolio de la obra hasta treinta años después de que falleciera el compositor, si bien el Metropolitan de Nueva York vulneró la prohibición representándola el 24 de diciembre de 1903. Para la entrada de año nuevo de 1914 se programó oficialmente en diversas ciudades europeas al mismo tiempo, pero fue Barcelona la que, al menos formalmente, la representó primero. El uso horario español distaba en aquél momento de una hora menos con respecto al centroeuropeo y la prohibición se contaba con respecto a la hora alemana, lo que permitió que el Gran Teatro del Liceo iniciara la representación a las 23, hora española, del 31 de diciembre de 19131, siendo las 00:00 del nuevo año en ciudades como Berlín o Praga. En el podio se encontraba el maestro Franz Beidler El Teatro Real de Madrid representaría la obra horas después, en la tarde del día 1.

       Para seguir la obra adecuadamente es recomendable hacerse con el libreto a doble columna en alemán y castellano. En la red hay una buena copia en la web Kareol, que incluye todas las acotaciones. Si queremos investigar algunos pasajes sobre el papel, wikipedia posee la partitura completa en su biblioteca de partituras musicales.


VERSIONES DISCOGRÁFICAS
        
        A pesar de la enorme dificultad que entraña la obra, vocal, orquestalmente y también en la parte coral, se encuentra muy bien documentada en disco. Sin embargo, no es tan fácil encontrar grabaciones redondas si ponderamos orquesta, coro y solistas (más aún si entra en juego la variable del buen sonido). La época más prolífica es la de las décadas de los cincuenta y sesenta, debido a toda la serie de grabaciones procedentes del Festival de Bayreuth con Hans Knappertsbusch al frente de la obra, máximo traductor del Festival Escénico Sacro. Han sido editadas todas sus ediciones -de 1951 a 1964 a salvo 1953, en que no dirigió-. Sin embargo, sólo los registros de 1951, 1955, 1962 y 1964 son oficiales, procediendo los restantes de la retransmisión de la Radio de Baviera, publicada de manera no oficial. Sobre los Parsifales de Kna tenemos un artículo propio.

      Las grabaciones recomendadas pretenden conjugar buen sonido con calidad musical, dentro de lecturas tradicionales de la obra disponibles actualmente en el mercado. Esto último nos lleva a prescindir de la notable grabación de estudio de Kubelik (1980, Arts Archives) y de la sobresaliente de Thielemann en la Staatsoper de Viena (2005, DG), registros que merecen una pronta reedición. Aunque todos los Parsifales de Kna están a un nivel altísimo de batuta y elenco, la calidad de sonido diferente de unos a otros. Se ha optado por incluir el de 1962, toma privilegiada en estéreo, y añadir el de 1951 como gesto simbólico.


HANS KNAPPERTSBUSCH / FESTIVAL DE BAYREUTH 1962
PHILIPS (actualmente editado por DECCA)

           Philips realizó un soberbio trabajo de grabación, recogiendo fielmente la acústica envolvente del Festspielhaus en una toma que no ha envejecido gracias a los sucesivos reprocesados, el último en 2006, cuando DECCA incluyó la grabación en su serie The Originals: legendary recordings from the DECCA catalogue, con una remasterización con sonido a 96 kHz - 24 bit. Registro por antonomasia, con un Knappertsbusch absoluto conocedor de la obra, más dúctil que en sus primeros años y un reparto de lujo (Jess Thomas, Hans Hotter, George London, Martti Talvela, Irene Dalis y Gustav Neidlinger) que se extiende incluso a los secundarios (Gundula Janowitz, Anja Silja, Gerhard Stolze...) y unos cuerpos estables del Festival gloriosos. Indispensable y a precio razonable.



GEORG SOLTI / ORQUESTA FILARMÓNICA DE VIENA (en estudio), 1972
DECCA

           Georg Solti propone una lectura diáfana, clara y sin especial retórica. Se beneficia de una excelente toma sonora, el mejor reparto posible para la época (René Kollo, Gottlob Frick, Dietrich Fischer-Dieskau, Hans Hotter, Christa Ludwig y Zoltán Kelemen), con algunos secundarios de lujo (Lucia Popp, Kiri Te Kanawa, Heinz Zednik...) y unos coros soberbios -includio coro de niños en lugar del coro femenino-. No obstante, no alcanza la cota dramática de la primera opción, ni por batuta ni por elenco. Siempre presente en el mercado pero oscilante de precio, dependiendo de los números, puede ser rentable adquirir la caja de Solti con las diez óperas de madurez de Wagner pues, aunque el nivel no es uniforme, es una opción muy válida para iniciarse.


HANS KNAPPERTSBUSCH / FESTIVAL DE BAYREUTH 1951
TELDEC (lo reeditó primero Naxos y después Membran y, este último ha aparecido bajo el sello ZYX Music)

           Poesía mística. El Parsifal de la reapertura del Festival en 1951, con un Kna de tempi muy dilatados y una concepción marmórea ascética. El reparto es el mejor de la discografía: Wolfgang Windgassen, Ludwig Weber, George London -juvenil-, Arnold van Mill, Martha Mödl y Hermann Uhde. Por desgracia, el sonido revela la antigüedad de la grabación. De las dos reediciones, la más fácil de encontrar es la de Membran, bien bajo la apariencia que reproducimos, bien bajo el sello ZYX Music, cuyo sonido es ligeramente superior, aunque eliminó todo el ruido de fondo a costa de limitar los agudos. Además, los tutti suenan enlatados y faltos de profundidad, sin perjuicio de que se trate de un documento artístico e histórico de primer orden.


DANIEL BARENBOIM / ORQUESTA FILARMÓNICA DE BERLÍN (en estudio), 1990, TELDEC

            Daniel Barenboim inició la tarea de registrar el Canon de Bayreuth con Parsifal, entre 1989 y 1990. Interpretación más dramática que mística, más terrenal que ascética, si bien cuenta con un preludio modélico de línea tradicional. Magnífica pareja protagonista conformada por Siegfried Jerusalem y Waltraud Meier, con el Gurnemanz de Matthias Hölle, el Amforas de José van Dam, el Titurel de John Tomlinson y el Klingsor de Günter von Kannen. Magnífico sonido, con una toma cercana, cálida, amplia y diáfana.


SI ESTÁN A BUEN PRECIO PUEDEN SER PRIMERA OPCIÓN...

          Si bien cualquier Parsifal de Hans Knappertsbusch nos ofrecerá una magnífica puerta de entrada a la obra, tanto por batuta como por elenco, además de los dos indicados, destacamos el del Festival de Bayreuth de 1964 (Orfeo). El que fuera su testamento musical cuenta con una bellísima dirección otoñal y una rica paleta de colores, con un elenco presidido por Jon Vickers, junto con el Gurnemanz de Hans Hotter, el Amfortas de Thomas Stewart y el Klingsor de Gustav Neidlinger. Excelente sonido monoaural. Vocalmente se sitúa por debajo de los dos registros antes mencionados, fundamentalmente por un Stewart menos involucrado dramáticamente y una Kundry de Barbro Ericson limitada en el registro agudo. También el de 1952 (Archipel) puede ser una opción alternativa frente al de 1951, que si bien es edición no oficial presenta un sonido más natural que el del año precedente -dentro de la antigüedad de la toma-, tempi dilatados pero con 9 minutos menos de duración y mismo elenco en los papeles principales salvo Titurel -aquí Kurt Böhme-


VERSIONES EN VÍDEO

          Desde las primeras ediciones en vídeo, los registros han sido en general muy homogéneos y, aunque entrado el siglo XXI, se han multiplicado las opciones disponibles, al final las primeras no ceden su lugar preferente.



HORST STEIN / FESTIVAL DE BAYREUTH 1981
DEUTSCHE GRAMMOPHON

          Primera grabación en vídeo de Parsifal, correspondiente al último año de la primera producción de Wolfgang Wagner en Bayreuth, estrenada en 1975, naturalista y con bellos juegos de luces en el segundo acto. Cuenta con cantantes que hicieron suyos los respectivos papeles a lo largo de sus carreras, todos en excelentes facultades vocales: Siegfried Jerusalem, Hans Sotin, Bernd Weikl, Matti Salminen, Eva Randová y Leif Roar. Horst Stein es un solvente kapellmeister, no dado a especiales refinamientos y con tempi ligeros, pero con todo en su sitio. La toma sonora es magnífica.



JAMES LEVINE / METROPOLITAN DE NUEVA YORK, 1993
DEUTSCHE GRAMMOPHON

           Tradicional producción de Otto Schenk, con escenarios de bella vegetación. Repiten algunos cantantes, ya más maduros (Jerusalem y Weikl como Parsifal y Amfortas) junto con el notable Gurnemanz de Kurt Moll, de voz no muy grande pero sí bella y la indispensable Kundry de Waltraud Meier en su mejor momento. El Klingsor es otro habitual en el papel: Franz Mazura. Como inconveniente, James Levine opta por unos tempi plumbeos que hacen cansina la representación.




GIUSEPPE SINOPOLI / FESTIVAL DE BAYREUTH 1998
C MAJOR

          Grabación de la segunda producción de Wolfgang Wagner en Bayreuth, estrenada en 1989. Sinopoli fue un buen traductor de la partitura, con tempi reposados pero sin caídas de tensión. El reparto es muy homogéneo, con un Hans Sotin maduro como Gurnemanz, el Parsifal por excelencia del momento, Poul Elming, y otros habituales de finales de siglo: Falk Struckmann (Amfortas), Matthias Hölle (Titurel) y Ekkehard Wlaschiha (Klingsor) y a Linda Watson en su mejor momento vocal haciendo una desbordante Kundry. El segundo montaje de Wolfgang Wagner acentuó el simbolismo de la obra, con elementos abstractos y un mayor protagonismo de la luz, acercándose a la concepción de oratorio que tanto gustaba a su hermano Wieland. Como inconveniente, su elevado precio.



DANIEL BARENBOIM / STAATSOPER DE BERLÍN, 1992
EUROARTS

          Siguiendo la línea futurista indeterminada y de tintes oscuros que Kupfer plasmó en su Anillo de Bayreuth (1988-1992), también con Barenboim, el tándem repite exitosamente. La dirección es más vibrante que mística y el reparto cuenta con una excelente pareja protagonista: Poul Elming y Waltraud Meier. Acompañan los habituales de Barenboim Falk Struckmann (Amfortas) y Günter von Kannen (Klingsor), junto con el Gurnemanz de John Tomlinson, wagneriano de raza pero demasiado fiero como Gurnemanz. Su precio también es desorbitado.

FEBRERO DE 2017. ACTUALIZADO EN ABRIL DE 2024.
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1 Pedro Unamuno, en su crónica sobre el centenario del estreno barcelonés, afirma que la representación comenzó a las 22:30, ya que no existía prohibición sobre el Preludio. Puede leerse completa aquí. El dato es curioso, pues aun teniendo en cuenta que el Preludio es una pieza larga, es difícil hacerla pasar de los quince minutos, lo que obligaría a hacer una pausa. Salvo que la puntualidad en aquella época no estuviera a la orden del día y se previera que los espectáculos no comenzaran a la hora. Al final de la crónica, se dice, erróneamente: Sin embargo, el de Parsifal (el papel) es uno de los más breves, pero nada fácil que se conocen: su intervención no suma 15 minutos en una obra de cuatro horas. Quizás el autor confunde el papel protagónico con el de Titurel, cuyas escuetas intervenciones en el primer acto se suceden en ese marco temporal.

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