Sobre El Holandés errante

La cuarta ópera completada por Wagner marca el inicio del Canon de Bayreuth, la primera que lleva por título Ópera romántica, la más breve de toda la producción de su autor y la última en ser representada en el Festival de Bayreuth, donde llegó en 1901 dirigida por Félix Mottl en un montaje a cargo de Cósima Wagner y su hijo Siegfried.

El Holandés errante, según un grabado de Doré.
             En su autobiografía, Wagner contaba que se había inspirado para componer esta obra en un tormentoso viaje en barco de Riga a Londres por el mar Báltico en el verano de 1839. El maestro había aceptado el puesto de director de la Ópera de Riga dos años antes y él y su primera esposa Minna huían ahora de los acreedores junto a su perro Robber, un terranova. Puede que tal inspiración esté exagerada en su autobiografía, como otras tantas cosas, pero no cabe duda de que el episodio debió marcar al compositor. En su Esbozo autobiográfico de 1843, Wagner declara haberse inspirado en la leyenda narrada por Heinrich Heine en su novela Las memorias del señor Schnabelowpski.

               Asentado el matrimonio en París, Wagner escribió el libreto en mayo de 1841, en un único acto, aunque con una duración aproximada de dos horas y cuarto. Se ha dicho que la idea de un acto único, que después tomaría Richard Strauss para sus Salomé y Elektra, respondía a los postulados del compositor de una obra sin interrupciones. No obstante, la idea del acto único parece responder a su propósito de lograr estrenarla como una ópera corta, previa a un ballet en la Ópera de París, después de que se rechazara Rienzi

             La música estuvo terminada en noviembre de 1841 y, aunque el compositor audicionó algunos fragmentos (la balada de Senta y la canción de los marineros), la obra fue rechazada. Acuciado por problemas económicos, la Ópera aceptó comprar el libreto, que fue traducido al francés por Paul Foucher y adjudicado al compositor Louis-Philippe Dietsch bajo el título Le Vaisseu Fantôme (El buque fantasma), que se estrenó en noviembre de 1842 y poco después fue relegada al olvido. No obstante, Wagner siguió con su proyecto, ahora estructurado en tres actos al no tener que presentarla en la Ópera de París, y fue aceptada en Dresde, donde se estrenó el 2 de enero de 1843 dirigida por el propio compositor.


VERSIONES DE LA OBRA

              La versión original de 1843 en tres actos hoy es muy raramente interpretada. En 1864 Wagner realizó una revisión en la que articuló toda la obra en un único acto, estableciendo uniones musicales entre ellos, añadió el tema de la redención por el amor en la parte final de la obertura y al final de la obra, y compases adicionales al final del segundo acto, en el trío entre el Holandés, Senta y Daland. El tema de la redención por el amor tiene ciertas reminiscencias del Liebestod de Tristán, por lo que cuando el Holandés se incorporó al Canon de Bayreuth en 1901, se optó por la versión revisada de 1864, la misma que se interpretó en 1955, cuando se programó por primera vez en el Nuevo Bayreuth en la producción de Wolfgang Wagner, versión que se repetiría al año siguiente.

              En 1959 se estrenó una nueva producción debida a Wieland Wagner, con Wolfgang Sawallisch en el podio, utilizando la versión original de 1843 en tres actos, con pequeñas pausas entre ellos y que estuvo en cartel hasta 1965, aunque Wieland suprimió algunos compases en las introducciones de los actos segundo y tercero para no repetir material temático. Una nueva producción se estrenó en 1969, debida a August Everding, con Silvio Varviso en el podio, utilizando de nuevo la versión revisada de 1864 y que se repuso al año siguiente. En 1971 la batuta pasó a Karl Böhm.

               En 1978 y tres siete años de ausencia en cartel, se estrenó una nueva producción debida a Harry Kupfer y que tuvo a varios directores en el podio hasta su retirada en 1985 -el más destacado fue Woldemar Nelsson, quien grabó la obra en disco y en vídeo-. En esta ocasión se utilizó la versión de 1843 pero en un único acto, utilizando para ello las uniones que Wagner había previsto en la revisión de 1864. En 1990 llegó una nueva producción, la de Dieter Dorn, en cartel hasta 1999. Giuseppe Sinopoli la dirigió los cuatro primeros años y después la batuta pasó a Peter Schneider, con la versión revisada de 1864. En 2003, la producción de Claus Guth, con Marc Albrecht en el podio (2003-06), volvió a utilizar la versión de 1843 en un único acto para, finalmente, utilizar la versión revisada de 1864 en la producción de Jan Philipp Gloger, primero dirigida por Christian Thielemann (2012-14) y después por Axel Kober (2015-18).

               En consecuencia, como puede fácilmente comprobarse, existe una tradición no escrita en el Nuevo Bayreuth de alternar sendas versiones, pero en ambos casos en un único acto. La versión de 1843 en tres actos sólo se ha utilizado en la producción de Wieland Wagner (1959-1965) y como hemos indicado, tiene cortes en las introducciones orquestales de los actos segundo y tercero. A partir de los años sesenta se fue imponiendo interpretar las dos versiones en un único acto, por lo que si queremos escuchar la versión en tres con las introducciones orquestales completas hay que acudir a la grabación de estudio de Otto Klemperer (1968, Warner) o a la histórica de Clemens Krauss, también en estudio (1944, Opera d'Oro, Preiser Records, Membran).

VERSIONES DISCOGRÁFICAS

             El Holandés es una obra relativamente fácil de montar -comparándola con otras de Wagner-, dada su duración, a pesar de estar sobrecargada de coros. Las grabaciones recomendadas pretenden conjugar, ante todo, buen sonido y calidad musical.


JOSEPH KEILBERTH / FESTIVAL DE BAYREUTH 1955
TESTAMENT

               El año del regreso de la obra al Nuevo Bayreuth, Joseph Keilberth y Hans Knappertsbusch se repartieron las funciones en la versión revisada de 1864 en un acto. DECCA había instalado equipos en el Festspielhaus para grabar el Anillo y el Holandés de Keilberth en estéreo. Este registro salió al mercado al año siguiente con sonido monoarual y sólo fue publicado en estéreo a principios de los años setenta. Testament se hizo con los derechos y lo sacó al mercado en 2006. La toma es prodigiosa, no evidenciando su antigüedad. El reparto es de los de siempre: Hermann Uhde (atormentado Holandés), Astrid Varnay (Senta dramática), Ludwig Weber (Daland muy humano)... y sólo Rudolf Lustig empaña mínimamente el resultado como un Erik acartonado de la vieja escuela. Keilberth demuestra por qué era un gran director, con una dirección viva y flexible, cargada de romanticismo, pero atenta a los detalles. Si sólo se quiere tener un Holandés, tiene que ser éste.



WOLFGANG SAWALLISCH / FESTIVAL DE BAYREUTH 1961
PHILIPS

               En 1961, Philips inició su andadura de grabar el Canon de Bayreuth, comenzando por Holandés y Tannhäuser, ambas con Sawallisch en el podio. La dirección es ágil y la tensión no decae en toda la obra, en la versión original de 1843 en tres actos. El reparto ofrece una buena alternativa a la grabación precedente: Franz Crass como un resonante y noble Holandés, Anja Silja como una aniñada Senta -de timbre un punto incisivo-, Josef Greindl como Daland y Fritz Uhl como Erik. Una lástima que este registro no haya sido reeditado y que hoy sea difícil de encontrar, si bien se encuentra incluido en la caja de DECCA The great operas from de Bayreuth Festival, de muy recomendable adquisición.


HANS KNAPPERTSBUSCH / FESTIVAL DE BAYREUTH 1955
ORFEO

               Para muchos el mejor registro de esta obra. Dirección monumental, épica y solemne, de tempi dilatados, de Hans Knappertsbusch, registrada en 1955 con el mismo reparto que con Keilberth, salvo Erik, que aquí es Wolfgang Windgassen, quien hace una recreación histórica de la breve parte. El inconveniente es que el sonido es monoaural y, si bien la edición de Orfeo parte de las cintas originales de la Radio de Baviera frente a ediciones piratas anteriores, no puede competir en sonido con un registro en estéreo, perdiendo coro y orquesta profundidad y densidad frente al registro de Keilberth.


OTTO KLEMPERER / PHILHARMONIA ORCHESTRA (en estudio), 1968
EMI (actualmente editado por Warner)

              Un clásico de la discografía que durante décadas estuvo colocado como la versión de referencia y que en 2016 ha sido reeditado por Warner con un nuevo reprocesado que realza la toma sonora. Personalmente creo que ya no merece el primer puesto, dados los tres registros precedentes, pero aún así es una grabación importante a considerar. Theo Adam es el Holandés, Anja Silja es Senta, Martti Talvela es Daland y Ernst Kozub -el Sigfrido originalmente pensado para el Anillo de Solti-, es Erik. Klemperer dirige con sones beethovenianos, aunque parece más preocupado por ser minucioso y sonoramente granítico que por construir un discurso dramático. Una pena que no pudiera dirigir en Bayreuth debido a un accidente -Wieland Wagner y él se llevaban estupendamente y fue propuesto para los Maestros de 1963, pero sus problemas de movilidad le impidieron la enorme tarea de bajar al foso del Festspielhaus; también fue propuesto para la Novena de Beethoven de aquél año, que dirigió finalmente Karl Böhm, pues Klemperer tenía contrato con Walter Legge y EMI, con quien los Wagner no habían acabado bien después de su paso por el Festival en 1951 para acabar sacando al mercado sólo un tercer acto de Valquiria y haber bloqueado las grabaciones del Anillo por una cláusula de exclusividad con los principales cantantes de aquél año, equipo habitual en Bayreuth-.


VERSIONES EN VÍDEO

               Pese a ser una obra de dificultad razonable si la comparamos con las otras de Wagner, no hay muchas opciones disponibles en vídeo que merezcan ser recomendadas.


LEIF SEGERSTAM / FESTIVAL DE ÓPERA DE SAVONLINNA, 1989
WARNER CLASSICS

               El Festival de Savonlinna, fundado en 1912 y con actividad estable desde 1967, es el festival de ópera más importante de Finlandia. Se celebra anualmente en el patio de armas del castillo de Olavinlinna, en la ciudad de Savonlinna, y con esta producción, debida al finlandés Ilkka Bäckman, hizo historia. Un Holandés tradicional, que recrea a la perfección el ambiente marinero de Noruega sin necesidad de grandes elementos técnicos. Franz Grundheber, que no cantó nunca en Bayreuth, compone un Holandés sobresaliente, vocal y dramáticamente, acompañado de la Senta de Hildegard Behrens. El resto del reparto, también sobresaliente, es finés y demuestra el extraordinario nivel vocal medio que ha dado este país pues, al igual que la Behrens, hicieron carrera en Bayreuth: Matti Salminen (Daland), Raimo Sirkiä (Erik), Anitta Välkki (Mary, que en su juventud llegó a cantar Brunilda en Bayreuth con Rudolf Kempe) y Jorma Silvasti (Timonel). El también finés Leif Segerstam, una de las grandes batutas nórdicas -en aquél momento dirigía la Orquesta Sinfónica Nacional Danesa-, demuestra cómo con una orquesta de segunda fila puede obtenerse una respuesta orquestal muy notable, con momentos verdaderamente logrados.



WOLDEMAR NELSSON / FESTIVAL DE BAYREUTH 1985
DEUSTSCHE GRAMMOPHON

               El Holandés por excelencia. El montaje de Harry Kupfer para Bayreuth (1978-85) que le dio fama mundial y cuya interpretación de la obra como un psicodrama de Senta llega hasta nuestro días. Como no es una visión clásica, preferimos colocarlo en segundo lugar. Escenarios funcionales -no precisamente bellos- y vestuario del siglo XIX para una dirección de actores muy teatral. Excelente dirección del ucraniano Woldemar Nelsson, muy vibrante y nerviosa. Reparto también redondo, con cantantes que hicieron suyos los papeles en sus carreras artísticas: Simon Estes (Holandés), Lisbeth Balslev (Senta), Matti Salminen (Daland), Robert Schunk (Erik), Anny Schlemm (Mary) y Graham Clark (Timonel).



WOLFGANG SAWALLISCH / ORQUESTA ESTATAL DE BAVIERA (en estudio), 1974
DEUSTSCHE GRAMMOPHON

               Película sobre un montaje de Václav Kaslík, aspecto éste que puede echar para atrás a los que gustan de saborear el ambiente del teatro. Al tratarse de una película, es la que tiene más detalles de decorado, barcos en el mar y acantilados incluidos, recreando lo más fielmente posible un puerto noruego. Gran respuesta orquestal de Sawallisch, si bien el reparto, aun en estudio, no logra superar a cualquiera de las tres opciones anteriores. Donald McIntyre fue uno de los bajo-barítonos más importantes de los años setenta y ochenta, pero en este registro suena monocromático. Catarina Ligendza resuelve el papel con facilidad, un punto aniñado el timbre. Competente el resto del elenco: Bengt Rundgren (Daland), Hermann Winkler (Erik), Ruth Hesse (Mary) y Harald Ek (Timonel).

MAYO DE 2020.

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