Las otras espantadas de Bayreuth

30/06/2018

Anja Kampe, Lucio Gallo, Andris Nelsons y Evgeny Nikitin, cuatro
artistas que han protagonizado marchas del Festival a pocas semanas
de su inicio.
               El comunicado que el representante de Roberto Alagna ha remitido al Festival de Bayreuth  indicando que el tenor no cantará Lohengrin y que la Dirección ha hecho público esta mañana ha sido una gran sorpresa, dado que al francés se le había anunciado en otoño de 2014 y había concedido varias entrevistas al respecto. Sorprende sobre todo que la renuncia haya sido in extremis, pero situaciones de este tipo ha vivido el Festival de Bayreuth a lo largo de toda su Historia. Ya en el Nuevo Bayreuth se vivieron algunas. Así, tras finalizar el Festival de 1952, Hans Knappertsbusch anunció que no volvería para el año siguiente. Sus razones radicaban en las innovadoras puestas en escena de Wieland Wagner, minimalistas y con el predominio de la luz. Los hermanos Wagner encontraron un buen recambio en Clemens Krauss, discípulo de Richard Strauss, que al año siguiente dirigió Parsifal y un ciclo del Anillo y confirmó su asistencia para 1954. Por desgracia, falleció inesperadamente en Ciudad de México, donde se encontraba dando unos conciertos, a mediados de mayo de aquél año, por lo que los Wagner hubieron de recurrir a Kna, quien acabó regresando al Festival y mantuvo una estrecha colaboración durante una década, hasta su fallecimiento.


               Si en el caso de Krauss fue fuerza mayor, espantadas voluntarias en vísperas de comenzar han sido bastante más frecuentes. Así, el primer caso ocurrió en aquél 1954. Volvía al Festival Tannhäuser, en una producción de Wieland Wagner. Centrado en la renovación estilística e ideológica del certamen tras el nazismo, el nieto del compositor buscaba nuevas batutas que ofrecieran otros acercamientos diferentes a los más tradicionales. Para ello contó con el ucraniano Ígor Markévitch, una de las figuras al alza en aquél momento pero quien no sólo no había dirigido nunca a Wagner sino que ni siquiera había dirigido una ópera. El director hubo de desistir poco antes del ensayo general por no conseguir coordinar escena y foso en las peculiares y complejas características de la sala. El reputado Joseph Keilberth, ya habitual en Bayreuth y que había estado al frente de la Staatskepelle Dresden y en aquél momento era director de la Sinfónica de Bamberg, hubo de hacerse cargo de la parte musical.

               Aunque podíamos relatar un buen puñado de estas anécdotas a lo largo de los más de 60 años que han transcurrido desde la reapertura del Festival, hablaremos de las sucedidas en la última década. Así, en 2010, para la nueva producción de Lohengrin encomendada a Hans Neuenfels y con Andris Nelsons en el podio, se anunció a Lucio Gallo como Telramund. El barítono, aunque centrado fundamentalmente en el repertorio italiano, sí había realizado algunas incursiones en Wagner en Roma y en Bolonia (Telramund y Klingsor). No obstante, a pocas semanas de iniciarse el Festival desistió sin que trascendieran los motivos. La Dirección acudió a Hans-Joachim Ketelsen, quien a finales de los noventa y principios de siglo había cantado diversos papeles en el Festival y arrastraba a sus espaldas una dilatada carrera wagneriana. Por desgracia, el barítono ya estaba al final de su carrera y la voz acusaba importante desgaste.

               Dos años después, un escándalo mediático sacudió al Festival. A una semana de inaugurarse la temporada con una nueva producción de El Holandés errante encomendada a Christian Thielemann en lo musical y a Jan Philipp Gloger en lo escénico, el protagonista, el bajo-barítono ruso Evgeny Nikitin, se vio obligado a renunciar tras filtrarse que, entre sus abundantes tatuajes, tenía una esvástica en el pecho, procedente de tiempos pasados, y que el propio cantante había tapado posteriormente con otros tatuajes. No sirvieron las explicaciones a la prensa -a pesar de que Nikitin sigue cantando hoy papeles wagnerianos en los principales teatros del mundo sin que los medios se hagan eco- y Nikitin abandonó Bayreuth. Fue Samuel Youn, secundario en el Festival, el encargado de dar vida al Holandés, cosechando un éxito importante por su sólido instrumento y regresando en las ediciones siguientes. Su interpretación, además, fue recogida en vídeo al año siguiente.

               Otro escándalo sacudió Bayreuth a finales de junio de 2015. La soprano Anja Kampe, que venía cantando Sieglinde y aquél año cantaría también Isolda en la nueva producción de Tristán de Katharina Wagner, dirigida musicalmente por Christian Thielemann, renunció a este último rol por desavenencias con el director musical. Kampe era la pareja de Kirill Petrenko, que venía dirigiendo en Bayreuth el Anillo desde 2013 y que había sido elegido director de la Orquesta Filarmónica de Berlín tras haber ganado, en segunda vuelta, a Thielemann, quien partía como candidato favorito. El Festival recurrió a Evelyn Herlitzius, quien no cantó el ensayo general -fue Linda Watson-. Al año siguiente, Petra Lang, inicialmente propuesta como Kundry en la nueva producción de Parsifal, se hizo cargo del rol, lo que provocó que una sobresaliente Elena Pankratova la sustituyese, con gran éxito. Afortunadamente, Kampe no ha renunciado al Festival y regresará este año para interpretar a Sieglinde en La Valquiria bajo la batuta de Plácido Domingo.

               La actual producción de Parsifal estrenada en 2016 también ocasionó escándalo a pocas semanas de su estreno. El letón Andris Nelsons, director de la Orquesta Sinfónica de Boston, renunció a dirigir la obra a principios de julio acusando a Thielemann de ingerencias en su criterio artístico, sentándose a presenciar los ensayos y dando indicaciones a la orquesta. El Festival acudió a un veterano Harmut Haenchen, de 74 años, director de la Ópera Nacional de los Países Bajos entre 1986 y 2002 y con una amplia experiencia en Wagner. Haenchen nunca había sido invitado a dirigir en el Festival y no se lo pensó dos veces, alcanzando la Verde Colina al final de su carrera. Su trabajo fue elogiado tanto en 2016 como en 2017, si bien no regresará este año por razones de edad, siendo sustituido por Semyon Bychkov.

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