LA VALQUIRIA / BAYREUTH 2023

LA VALQUIRIA / Festival de Bayreuth, 27 de julio de 2023, 16 horas.
Otras representaciones: 6 y 22 de agosto.
Producción de Valentin Schwarz estrenada en 2022 / Decorados: Andrea Cozzi. Vestuario: Andy Besuch. Dramaturgia: Konrad Kuhn. Iluminación: Reinhard Traub.
Dirección musical de Cornelius Meister
Reparto: Klaus Florian Vogt (Siegmund), Georg Zeppenfeld (Hunding), Tomasz Konieczny (Wotan), Elisabeth Teige (Sieglinde), Catherine Foster (Brünnhilde), Christa Mayer (Fricka), Kelly God (Gerhilde), Brit-Tone Müllertz (Ortlinde), Claire Barnett-Jones (Waltraute), Christa Mayer (Schwertleite), Daniela Köhler (Helmwige), Stephanie Houtzeel (Siegrune), Marie Henriette Reinhold (Grimgerde), Simone Schröder (Rossweisse).
Minutación: Acto I: 63'12 / Acto II: 91'33 / Acto III: 70'15 / Total: 225 (3 horas 45 min)
Todas las imágenes de este artículo son propiedad del Festival de Bayreuth (www.bayreuther-festspiele.de). Únicamente se muestran para fines divulgativos.
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Nostalgias y pasiones

Poco antes de las 16 horas, Clemens Nicol saludaba a las distintas emisoras desde la Radio de Baviera. En Radio Clásica, Ricardo de Cala acompañado de Miguel Ángel González Barrio se encargarían de los comentarios, con dos estupendos intermedios dedicados a directores wangerianos, rescatando algunas grabaciones no publicadas del Festival, como fragmentos de La Valquiria de Solti (1983) y Sinopoli (2000) o de los Maestros de Thielemann (2000).

La Valquiria trae este año dos cambios en los papeles principales. Lise Davidsen no estará en esta edición, pues ha decidido aprovechar el verano para dar varios recitales por Dinamarca y Finlandia. La sustituye Elisabeth Teige, esa fabulosa revelación que el año pasado sorprendió con su Senta, además de cantar Freia y Gutrune. El otro cambio se hacía indispensable para que este Anillo tuviera empaque: la salida de la Brunilda ya demasiado veterana, de Iréne Theorin y su reemplazo por Catherine Foster, la profesional Brunilda de la anterior Tetralogía. Pequeños cambios en el octeto de valquirias. Sale Stéphanie Mutter como Waltraute, siendo sustituida por la británica Claire Barnett-Jones (ambas debutantes). La también debutante el pasado año Katie Stevenson es sustituida por la veterana Simone Schröder como Rossweisse, rol que ya cantó con Inkinen en las tres funciones ofrecidas en 2021.

          Tras la decepción provocada por el Prólogo, con La Valquiria las cosas han cambiado, con una velada en general muy disfrutable y a muy buen nivel medio, descollando -era previsible que haría buen trabajo, pero ha superado todas las expectativas- la excelente Sieglinde de la noruega Elisabeth Teige, cuya sola presencia ya hace indispensable la escucha de esta Valquiria. Solvencia general en el resto del elenco, con los reparos que pueda ponerse a la vocalidad de Klaus Florian Vogt para encarnar al protagonista. La producción de Valentin Schwarz sigue en el culebrón familiar, con algunos elementos extra argumentales, como el funeral de Freia al principio del segundo acto, al que asiste una díscola Brunilda y en que Fricka recibe a Hunding, que está presente en la discusión de ésta con Wotan. La situación más sorprendente probablemente se dé en el tercer acto, con la cabalgata de las valquirias desarrollada en una clínica de cirugía estética.

          Pietari Inkinen ha realizado un trabajo interesante, notablemente superior al del Oro y también a las tres funciones de Valquiria que dirigiera en la edición de 2021 -ha aligerado un punto los tempi invirtiendo 9 minutos menos que en aquella ocasión, sobre todo en el acto tercero, que ahora le dura algo más de 5 minutos menos-. La diferencia frente a Meister en cuanto a velocidades es palpable, con 11 minutos más. Para el primer acto optó por una dirección muy sobria y tranquila, otoñal y contemplativa, con un uso limitado de dinámicas que no ha sido del gusto de todos, sobre todo en el preludio, donde la escena muestra un árbol cayendo contra una casa en plena noche. A mí no me ha disgustado, sobre todo partiendo del material vocal de Vogt, que no puede hacer un Sigmundo de acentos heroicos y donde este tipo de dirección encaja bien con sus prestaciones, y teniendo en cuenta que la vivienda desvencijada que muestra la puesta en escena, con Hunding dedicado profesionalmente al sector de la seguridad, uniforme incluido, no invita mucho a la poesía. Como curiosidad, indicar que en este montaje Hunding sorprende a los amantes a final de acto. En el segundo se descubre una dirección con mayor intensidad dramática, sobre todo en el dúo de Wotan y Fricka. En el tercero, una cabalgata de las valquirias opulenta y un pulso más vivo, culminando con unos buenos adioses de Wotan donde ha sabido manejar bien los clímax, a tempo contenido. No obstante, la orquesta del Festival puede dar mucho más de sí en acentos y paleta de colores -la música del fuego mágico ha sonado en otras ocasiones mucho más atmosférica-, quedando todo dentro de lo convencional y con una percusión, una vez más, un punto destacada -nótense los timbalazos en el preludio del segundo acto- y con un metal grave prominente en los momentos más densos.

La pareja protagonista
          El Sigmundo de Klaus Florian Vogt es sobrio y otoñal, cargado de cierta nostalgia. El veterano tenor sabe que parte de un material vocal muy particular y procura sacarle partido. Aquí no encontraremos la voz meliflua y redondeada que emplea cuando canta el caballero del cisne, sí una emisión más incisiva, pero siempre dentro de sus peculiaridades vocales -así, no encontraremos squillo-. La Sieglinde de Elisabeth Teige presenta un bello timbre cremoso suntuoso, con un instrumento desbordante, desarrollando una interpretación muy apasionada, por lo que en el primer acto se contraponen dos caracteres poco parejos. En el segundo demostró que tiene un instrumento con suficiente anchura para defender los delirios del personaje sin comprometer la línea de canto y sin perder entrega, como también en su despedida en el tercero, uno de los grandes momentos vocales de la función.

Brunilda (Foster) y Wotan (Konieczny)
en el segundo acto
          Georg Zeppenfeld volvió a hacer su habitual Hunding caballeresco y elegante, con su instrumento vibrante y rico en armónicos. Dado que el bajo alemán está pluriempleado una edición más -Gurnemanz, Marke y este Hunding-, hubiera sido interesante haber escuchado el rol a Groissböck, que no lo ha cantado en Bayreuth y que cuenta con un instrumento más granítico y, por tanto, más tradicional para la parte.

         Catherine Foster vuelve a demostrar que es la mejor opción para encarnar a Brunilda, con un instrumento que no es muy grande ni tampoco tiene un color exuberante, pero que está saneado y discurre bien por la partitura. Ha tenido Hojotohos! más deslumbrantes que el de la velada de hoy, con unos si3 y do4 muy cortos, pero en todo caso dados afinados y sin gritar. Su anuncio de la muerte a Sigmundo es suave y aparece envuelto de esa atmósfera contemplativa que parecer gustar a Inkinen.

          Tras una actuación decepcionante en el Oro, Tomasz Konieczny mejora en La ValquiriaSe le notó mucho más cómodo, con un convincente dúo con Fricka y un monólogo donde exhibe su atractivo registro grave y donde esa emisión pastosa y su recurso a la gola estuvo en buena parte ausente. Cantó unos solventes adioses.

           La Fricka de Christa Mayer presenta ese timbre ácido y matronil que parece haberse asentado en la cantante. Dejando aparte esta cuestión, defiende la parte con una interpretación poderosa y de aliento trágico, con un fraseo cuidado.

          Correcto el octeto de valquirias, aunque como ocurrió el año pasado, existe desigualdad en tipología y timbres, lo que hace perder homogeneidad al conjunto.

Grabación digital procedente de la Radio de Polonia, en HD, en formato .acc a 323 kbps.
Se incluyen las alocuciones iniciales y finales, obtenidas de la Radio de Baviera.

28 DE JULIO DE 2023.

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