PIOTR BECZALA HABLA DE SU DEBUT EN BAYREUTH

24/08/2018

Finalizadas las representaciones de Lohengrin en el Festival de Bayreuth, Piotr Beczala cuenta su experiencia en el Nordbayerische Kurier.

Beczala cantando In fernem land en el Lohengrin de Bayreuth.
               El texto original puede leerse aquí. Como en 2018 Christian Thielemann se encuentra dirigiendo dos títulos en el Festival -la nueva producción de Lohengrin y Tristán, en cartel desde 2015-, la programación ha tenido un orden atípico. En lugar de ir rotando ciclos completos de las seis obras en cartel, se concentraron las representaciones de Lohengrin en las tres primeras semanas de Festival, finalizando el pasado 10 de agosto, mientras que las de Tristán, salvo en el primer ciclo, comenzaron la siguiente semana, el 13 de agosto.

               A Beczala no le extraña que finalmente se contase con él para protagonizar esta nueva producción. Como ya ha explicado en anteriores ocasiones, estuvo en Bayreuth en el verano de 2015 interpretando varios fragmentos con Thielemann al piano y su debut en Dresde junto a Anna Netrebko en mayo de 2016 fue considerada como una suerte de ensayo general para lo que después vendría en Bayreuth -aunque hasta 2019 la pareja no volverá a compartir escenario-.

               Cuando se confirmó que Roberto Alagna cantaría el papel, Beczala planificó su agenda con una serie de conciertos, que después no fue sencillo cancelar, debiendo recurrir a la diplomacia del propio Festival. Confiesa que el día que Thielemann se puso en contacto con él tras el desistimiento de Alagna, llegaron a intercambiar sesenta SMS en un día y medio. El director le repetía ¡Esto es Bayreuth!, dando a entender que los contratiempos de última hora felizmente resueltos eran recurrentes en la Historia del Festival. Finalmente, Beczala llamó a su agente y hablaron durante una hora y media. El final de esta historia es conocida: éxito apoteósico de Beczala en su debut en el Festival.

              Beczala reconoce presión al llegar al Festiva, pues sabía que llegaba como un doble redendor, como Lohengrin y como yo, pero apunta que eso fue realmente bueno. No obstante, no ha sido su peor experiencia, pues recuerda que unas horas antes del inicio de una representación tuvo que sustituir a un cantante en el Metropolitan de Nueva York, representación que iba a ser retransmitida en directo. En Bayreuth hubo casi tres semanas de ensayos, lo que para el tenor son condiciones casi ideales. Y remata: Fui considerado aquí como un intercesor, aunque no lo fui, porque era el elenco original. Esto es un poco complicado.

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