EL OCASO DE LOS DIOSES / BAYREUTH 2015

EL OCASO DE LOS DIOSES / Festival de Bayreuth, 1 de agosto de 2015, 16 horas. Reposición de la Radio de Baviera, 28 de julio de 2020, 18 horas.
Producción de Frank Castorf estrenada en 2013 / Decorados: Alecsandar Denic. Vestuario: Adriana Braga Peretzki. Iluminación: Rainer Casper. Vídeo: Andreas Deinert y Jens Crull
Dirección musical de Kirill Petrenko
Reparto: Stefan Vinke (Siegfried), Alejandro Marco-Buhrmester (Gunther), Stephen Milling (Hagen), Catherine Foster (Brünnhilde), Allison Oakes (Gutrune), Claudia Mahnke (Waltraute), Anna Lapkovskaja (primera Norna y Flosshilde), Claudia Mahnke (segunda Norna), Christiane Kohl (tercera Norna), Mirella Hagen (Woglinde), Julia Rutigliano (Wellgunde).
Minutación: Acto I: 113'28 / Acto II: 65'15 / Acto III: 73'38 / Total: 252'21 (4 h 12 min)
Todas las imágenes de este artículo son propiedad del Festival de Bayreuth (www.bayreuther-festspiele.de). Únicamente se muestran para fines divulgativos.
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Ocaso en Nueva York

               El cierre del Anillo de Petrenko se produjo con un Ocaso notable en el que destaca el Hagen oscuro y tonante, de verdadero bajo profundo, de Stephen Milling, junto con el poderoso Alberich de Albert Dohmen, una solidísima pareja de villanos. La pareja protagonista realiza un solvente trabajo. Solvente también la Gutrune de Allison Oakes y algo deslucida la Waltraute de Claudia Mahnke, a nuestra juicio fuera de rol por tesitura. Decepcionante el Gunther escaso de medios de Alejandro Marco-Buhrmester, el único lunar evidente del reparto.

                La producción de Frank Castorf nos trasladaba a Nueva York, donde Sigfrido parece que intenta hacerse un hueco en una sociedad hostil y peligrosa. Por la noche las Nornas se dan cita en un callejón para hacer un ritual de vudú, ataviadas con ropas coloridas, mientras que Gunther es dueño de un puesto ambulante de comida turca. Los gibichungos, aquí reducidos a una suerte de banda callejera, se dan cita en una calle oscura y destartalada. No se puede negar que la escena final, con la bolsa de Nueva York al fondo, resulta visualmente impresionante.

              Kirill Petrenko dirige un Ocaso de sonido opulento y musculado, con metales resonantes ya desde el primer acorde, un punto ácido en sonoridad. Hay presencia destacada de líneas secundarias en la madera, muy atractivas, y momentos realmente impresionantes, como el clímax con que finaliza el Prólogo, el viaje de Sigfrido por el Rhin o toda la escena de los gibichungos en el segundo acto. El tercer acto es absolutamente modélico: la escena de Sigfrido con las ondinas se beneficia de un acompañamiento muy atento rítmica y tímbricamente, la escena con los gibichungos rezuma luminosidad, la marcha fúnebre es explosiva y la escena de la inmolación es arrolladora. Me atrevería a decir que su labor aquí es la más alta de toda la Tetralogía.

Brunilda (Foster) y Sigfrido (Vinke) en su dúo inicial.
              Stefan Vinke realiza una actuación parecida a la de la jornada anterior, aquí como el Sigfrido maduro. Muy arrojado en el Prólogo y solvente a lo largo de todo el primer acto, en su entrada en el segundo se echa en falta más elegancia. Tiene el temido do4 al comienzo del segundo acto y en el tercero y su narración final es muy convincente, con un inteligente uso de la mezza voce. Muy emotiva la escena de la muerte.

           Catherine Foster afronta con suma competencia la Brunilda del Ocaso, con un instrumento saneado y agudos brillantes. Sale victoriosa de todos sus escarpados agudos en el segundo acto, aunque en el trío final se echa en falta una voz más ancha y oscura, para un momento de gran intención dramática. Encomiable la inmolación.

Sigfrido (Vinke), Hagen (Milling) y Gunther (Marco-Buhrmester) en el
pacto de sangre del primer acto.
               Alejandro Marco-Buhrmester en su última aparición en Bayreuth no dice mucho como Gunther y es, con diferencia, lo más flojo del reparto. Funciona bien dramáticamente pero vocalmente es ramplón, con escasos momentos interesantes -el pacto de sangre con Sigfrido en el primer acto o el trío con que finaliza el segundo-. La emisión se produce desde atrás y no siempre es limpia, afectada a veces por un vibrato temblón. El cantante, de madre alemana y padre español, castellanizó su nombre en torno a 2010 -antes era Alexander Marco-Buhrmester-. Debutó en Bayreuth en 2001 y en esa década cantó pequeños papeles en Maestros y Tannhäuser, Amfortas en Parsifal tres años (2004-06) y Gunther en el primer año del Anillo de Thielemann (2006). Regresaría con Petrenko en 2013 con este papel, en el que no ofrece mucho.

Gutrune (Oakes), Hagen (Milling) y Gunther (Marco-Buhrmester) en el
primer acto.
               Solvente Allison Oakes como Gutrune, que acomete su primera intervención algo destemplada pero que gana en su bienvenida a Sigfrido. Muy convincente en su escena del tercer acto.

               Stephen Milling es un excelente Hagen, en la rica tradición de bajos profundos que han abordado el papel. Voz tonante, oscura, que desciende al grave con absoluta facilidad e interpretación misteriosa y calculada del malévolo personaje. Sobrado de medios para los momentos clave de la parte, como su llamada a Sigfrido en el primer acto o a los gibichungos en el segundo.

              Claudia Manhke se encuentra un poco fuera de rol como Waltraute, un papel que suele ir emparejado con el de Erda en un reparto de la Tetralogía y no con el de Fricka. Si además como Fricka tenemos una soprano corta, la falta de idoneidad se hace patente. Manhke tiene su elegante fraseo y su buen saber hacer, pero se echan en falta unos graves más prominentes, quedando su Waltraute demasiado liviana.

Brunilda (Foster) y Waltraute (Manhke).
               Albert Dohmen vuelve a ser un sobresaliente Alberich, oscuro y perverso, con un grave generoso.

               Notables las normas de Anna Lapkovskaja, Claudia Manhke y Christiane Kohl, destacando la segunda por su atento fraseo y cuidada línea de canto y la tercera por su interpretación arrojada. Igualmente notables las ondinas de Mirella Hagen, Julia Rutigliano y Anna Lapkovskaja, bien empastadas en su intervención inicial y dulces en sus intervenciones por separado.

              Excelente el coro del Festival, dirigido por Eberhard Friedrich. Es todo un placer escuchar el sonido envolvente que generan las voces y su apabullante ductilidad, de la suavidad de los pianos a la explosividad en el forte.

             Concluye así este Anillo de Kirill Petrenko de 2015, bastante homogéneo, muy bueno en lo orquestal y con un reparto que en conjunto puede calificarse de notable, con algunos altibajos que hubieran sido fácilmente solventables, como la pareja de gigantes o el Gunther. Más complicado era encontrar un Wotan de más entidad y, desde luego, se salvó con solvencia el bache casi ineludible que suponen los papeles de Sigfrido y Brunilda.


Grabación digital procedente de la WDR (Radio del Oeste de Alemania, Colonia) en HD en formato .mp3 a 256 kbps.

17 DE AGOSTO DE 2020.

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