15/04/2025
El tenor de Düsseldorf falleció ayer a los 71 años de edad en Schleedorf, distrito de Salzburgo, tras una larga enfermedad.
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Seiffert como Lohengrin en Bayreuth |
En seguida captó la atención de Daniel Barenboim, director de la Staatsoper de Berlín, con quien tuvo una fructífera relación artística. Así, con él encarnó a Walther en Maestros Cantores en Bayreuth (1996-99), pasando después a cantar Lohengrin hasta 2005. El propio tenor contó que fue llamado de nuevo por el Festival para interpretar a Tannhäuser en la producción debida a Sebastian Baumgarten (2011-14), pero que declinó el ofrecimiento por considerar que vocalmente había pasado su mejor momento. Sin embargo, estrenó un nuevo montaje en la Staatsoper de Berlín con Daniel Barenboim en 2014, ya con sesenta años, donde si bien el paso del tiempo era evidente, con técnica y musicalidad sacaba adelante el personaje.
Con Barenboim en la Staatsoper de Berlín dejó grabado en estudio para Teldec Lohengrin (1998), Tannhäuser (2001) y Erik en el Holandés (2002). En Bayreuth se registraría su Walther en Maestros Cantores (1999) en vídeo. Tres veces más, en vídeo y en vivo, registraría el papel de Tannhäuser: en la Ópera de Zurich en 2003 con Franz Welser-Möst (EMI), en el Liceo de Barcelona en 2008 con Sebastian Weigle (C Major) y de nuevo con Barenboim en la Staatsoper de Berlín en 2014 (Bel Air Classics). Encarnó también a Parsifal, si bien apenas volvió al rol y no hay grabación completa -hay constancia de sus interpretaciones en 1988 en el Covent Garden y en la Ópera de Colonia diez años después, y de esta última circula por la red una grabación del segundo acto realizada en el propio teatro y artísticamente nada desdeñable, con la Kundry de Hildegard Behrens y James Conlon en el podio-. En cambio, abordó Sigmundo con bastante frecuencia, destacadamente en el Anillo ofrecido en la temporada 2005/06 en el Teatro del Châtelet de París, con dirección de Christoph Eschenbach, y el ofrecido en 2007 en Valencia por Zubin Mehta, este último grabado en vídeo por C Major. Apareció, asimismo, en una Valquiria ofrecida en Salzburgo en 2017 con ocasión del medio siglo del Festival de Pascua, con dirección de Christian Thielemann, registrada también en vídeo por C Major. Tristán fue otro papel al que se acercó en la madurez de su carrera, si bien sólo nos ha llegado un registro en vivo procedente de la Staatsoper de Viena, recogido por Orfeo en 2012, con la Isolda de Nina Stemme y dirección de Franz Welser-Möst.
Otros roles no wagnerianos recurrentes fueron Florestán en Fidelio, y Max en El cazador furtivo. De cada uno nos han llegado dos registros. Abordó también Otello, aunque no nos ha llegado registro.
Estuvo casado con la histórica soprano de coloratura Lucia Popp, quince años mayor que él, y quien fallecería en 1993 a consecuencia de un cáncer. Se casaría después con la también soprano Petra-Maria Schnitzer, nueve años más joven que él, con quien habitualmente actuaba -era frecuente que los teatros se plegasen a la exigencia del tenor, muy demandado en el plano internacional, de actuar con su esposa-. Así, la Schnitzer asumía los roles de Elsa, Elisabeth, Sieglinde e Isolda y supo estar a la altura de su esposo, lo que no es poco -ambos pudieron ser escuchados como Lohengrin y Elsa en Bayreuth-. Ostentó el título de Kammersanger por la Ópera Estatal de Baviera (1992), la Staatsoper de Viena (2013) y la Deutsche Oper de Berlín (2014).
Comenzado el siglo XXI, Seiffert llevó a cabo un despliegue importante en el rol de Tannhäuser, un nicho vacío en la década precedente, y en el que sólo Robert Gambill un par de años antes había cosechado cierto éxito. Si bien ni uno ni otro poseían la vocalidad adecuada, Seiffert era un cantante vocal y técnicamente superior. Poco después llegaría Stephen Gould al rol, este sí un verdadero heldentenor. Las incursiones de Seiffert en este rol y en el de Tristán fueron haciendo mella en su instrumento, que fue perdiendo paulatinamente su bello esmalte, con un vibrato cada vez más acusado en la zona alta. Sin embargo, con los debidos descansos y planificación, conseguía ofrecer funciones de alta intensidad vocal y dramática. Era habitual leer en las críticas que se dejaba la piel en el escenario.
Estuvo en activo hasta 2022, más de cuarenta años en escena, siendo sus últimas apariciones como Parsifal en Budapest y, poco después, como Tannhäuser en la Deutsche Oper de Berlín, donde cantaría la última función el 26 de mayo. Resulta curioso que apenas abordara el último rol wagneriano pero, sin embargo, fuera habitual verle como Sigmundo, cuando ambos papeles presentan bastantes semejanzas técnicas, sobre todo al ofrecer una tesitura eminentemente central, si bien Sigmundo resulta algo más grave y requiere una voz con más peso y Seiffert era, ante todo, un tenor lírico, lo que intensifica la pregunta de por qué Parsifal no. Las razones probablemente haya que buscarlas en congeniar su repertorio con el de su esposa -la Schnitzer no ha cantado Kundry- y en que Seiffert no estaba cómodo en las óperas en que tenía que dilatar demasiado su presencia en el escenario -teniendo medios adecuados para Walther, la fatiga le hacía aparición en el larguísimo tercer acto de Maestros, algo que quizás también le sucedía con Parsifal-. En cambio, Sigmundo, aun con el evidente protagonismo que tiene en el primer acto, concentra su presencia en éste y en la segunda parte del segundo.
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