LA VALQUIRIA / BAYREUTH 2022

LA VALQUIRIA / Festival de Bayreuth, 1 de agosto de 2022, 16 horas. Ofrecido en falso directo el mismo día a las 20 horas.
Otras representaciones: 11 y 26 de agosto.
Nueva producción de Valentin Schwarz / Decorados: Andrea Cozzi. Vestuario: Andy Besuch. Dramaturgia: Konrad Kuhn. Iluminación: Reinhard Traub.
Dirección musical de Cornelius Meister
Reparto: Klaus Florian Vogt (Siegmund), Georg Zeppenfeld (Hunding), Tomasz Konieczny (Wotan), Lise Davidsen (Sieglinde), Iréne Theorin (Brünnhilde), Christa Mayer (Fricka), Kelly God (Gerhilde), Brit-Tone Müllertz (Ortlinde), Stephanie Houtzeel (Waltraute), Christa Mayer (Schwertleite), Daniela Köhler (Helmwige), Nana Dzidziguri (Siegrune), Marie Henriette Reinhold (Grimgerde), Katie Stevenson (Rossweisse).
Minutación: Acto I: 58:41 / Acto II: 86'47 / Acto III: 68'40 / Total: 214'08 (3 horas 34 min)
Todas las imágenes de este artículo son propiedad del Festival de Bayreuth (www.bayreuther-festspiele.de). Únicamente se muestran para fines divulgativos.
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Vergüenzas familiares

              Prosigue la Tetralogía con La Valquiria. La Radio de Baviera comenzó su programación especial a las 20 horas, pero a diferencia del día anterior se ha pasado directamente a las tradicionales alocuciones de introducción. Dado que hay tres actos, las entrevistas se han colocado en el primer descanso, mientras que los actos segundo y tercero se han sucedido sin solución de continuidad.

               La producción de Valentin Schwarz parece que prosigue con su objetivo de convertir el Anillo en una especie de culebrón doméstico. Si el Oro tuvo perceptibles abucheos dirigidos a la parte escénica, éstos se han intensificado en la primera jornada de la Tetralogía. Por lo que ha narrado la prensa, parece que en la propuesta de Schwarz Sieglinde está embarazada nada más y nada menos que de Wotan. No hay espada, sino una pistola. El segundo acto comienza con el funeral de Freia, quien se ha suicidado, y al que acude Brunilda, la díscola de la familia, vestida de tirolesa. Durante el dúo de Wotan y Fricka está presente Hunding. La cabalgata de las valquirias es un postoperatorio de una clínica de belleza. También varios medios han repetido que, en la propuesta de Schwarz, no siempre muere quien debería ni tiene la pareja que le corresponde. Habrá que esperar a ver la propuesta para hacerse una idea concreta.

              El montaje se saldó también con un pequeño accidente. Tomasz Konieczny (Wotan), se cayó al suelo tras vencer el respaldo de un sillón sobre el que debía recostarse en el segundo acto. Dado lo particular del montaje, el público creyó que era algo previsto, quizás una forma de recalcar la frustración del dios tras su disputa con Fricka. El acto continuó con normalidad, pero finalizado el mismo, Konieczny marchó al hospital. Antes de comenzar el tercero, Hubertus Hermann, jefe de prensa del Festival, anunció su sustitución por Michael Kupfer-Radecky, Gunther en este Anillo, quien había participado en ensayos escénicos, por lo que interactuó bien con el resto de cantantes, siendo ovacionado al final de la noche por su arrojo ante el desafío asumido. Hemos de indicar que Konieczny mostró síntomas de flaqueza vocal ya desde el comienzo del segundo acto, si bien las supo camuflar con profesionalidad, por lo que puede que el accidente ya rematase un día que no era el suyo.

La polémica cabalgata de las valquirias que propone Schwarz
             El reparto ha contado con algunos cambios respecto al anunciado en 2020, además del ya comentado de Wotan por el desistimiento a debutar el rol por parte de Günther Groissböck y la salida de John Lundgren por problemas personales. La Brunilda inicialmente propuesta era Petra Lang, quien el año pasado asumió Kundry en el Parsifal en versión de concierto dirigido por Thielemann, y que éste cantará Ortrud en el Lohengrin del director berlinés. Algunos cambios en las valquirias, con la salida de Kelly God (Gerhilde), Regine Hangler (Helmwige, quien iba a cantar también Freia), Nana Dzidziguri (quien cantó Siegrune el pasado año) y la veteranísima Simone Schröder, que se iba a ocupar de Rossweisse como el año pasado y que en esta edición no ha acudido a Bayreuth.

             Dirección muy viva y de trazo redondeado de Meister. Reparto competente que no ha rendido al nivel acostumbrado. Sobre el papel, los alicientes eran la Sieglinde de Lise Davidsen, el Hunding de Georg Zeppenfeld y la Fricka de Christa Mayer. La primera volvió a deslumbrar por su fraseo exquisito y su sutil interpretación. Zeppenfeld exhibió sus habituales cualidades, aunque la voz clareó en algún momento. Por su parte, Mayer demostró aliento dramático, pero tuvo evidentes dificultades con la parte alta de la tesitura, que tuvo que sortear con buen hacer. Ya sabemos de antemano que Klaus Florian Vogt no es voz para Sigmundo, y quedaba por ver qué hacían Tomasz Konieczny como Wotan e Iréne Theorin como Brunilda. Sonoro abucheo de un espectador apenas ha finalizado el último acorde, seguido de otros, claramente dirigidos a la propuesta escénica, y un reparto que ha sido generosamente ovacionado a nuestro juicio.

           Tras lo ofrecido en el Oro y lo escuchado en esta Valquiria, parece que nos vamos haciendo una idea de conjunto acerca de la visión de Cornelius Meister, desde luego alejada de la información vertida en prensa de que manejaba tempi más lentos que los de Pietari Inkinen, pues éste el pasado año invirtió veinte minutos más en conjunto. El primer acto dirigido por Meister es uno de los más rápidos en las últimas décadas, con poco más de 58 minutos. Su lectura ofrece sonoridades redondeadas de fraseo amplio y cantábile para las voces, aunque notamos una mayor presencia del metal, como si Meister estuviera calibrando las posibilidad del foso a lo largo de este primer ciclo. En este sentido, su lectura tiene puntos de conexión con la de Rudolf Kempe, quien también fue creciendo en volumen a lo largo de su primera Tetralogía en el Festival, en 1960, si bien Kempe nunca estuvo cómodo del todo en el foso del Festspielhaus. Meister fue asistente Boulez en el Parsifal que ofreció en 2004, pero la visión de Meister es claramente romántica y no analítica ni deconstructivista, si bien busca la transparencia orquestal y ofrece bellos detalles en las maderas en los pasajes más reposados.

Sieglinde (Davidsen) y Siegmund (Vogt)
             Klaus Florian Vogt tiene una voz netamente lírica que no es la adecuada para Sigmundo, aun cuando procure un canto más afiliado y sobrio, alejándose de las sonoridades melifluas de Lohengrin, pero lo que no se puede cambiar es su timbre de sonoridades aniñadas. Cumple gracias a una técnica envidiable, con un magnífico control de la respiración, y a un fraseo exquisito, pero sabemos que nos encontramos ante una voz que no encaja en rol.

              Los triunfos de la veladas se los lleva, prácticamente en solitario, la Sieglinde de Lise Davidsen, que deslumbra por su magnífica técnica y su limpísima línea de canto, de sobria elegancia. El instrumento es el de una lírico-dramática, muy homogéneo en toda la tesitura.

              Georg Zeppenfeld compone un Hunding aristocrático gracias a un instrumento bien timbrado y rico en armónicos y a una noble línea de canto, si bien el algún momento la voz clareó. Que Zeppenfeld es uno de los grandes bajos wagnerianos de nuestros días es un hecho, pero en el caso de Hunding, que demanda un verdadero bajo profundo, no puede competir con el ucraniano Dmitri Belosselskiy, que el año pasado fue un magnífico recambio para el pluriempleado bajo. De hecho, ya el año pasado deseamos que Belosselskiy repitiese en el rol, pero Zeppenfeld figuraba en el reparto anunciado inicialmente para 2020. Tampoco hubiera sido mala idea haberle asignado el rol de Fafner al ucraniano, que hubiera realizado un magnífico trabajo.

Wotan (Konieczny) y Brunilda (Theorin)
               Iréne Theorin vuelve a ser Brunilda, rol que interpretó el año pasado. Es una cantante muy conocida, con sus virtudes y defectos, particularmente una emisión entubada y una cierta tendencia al forte continuo. La he notado más cómoda que entonces, con un instrumento menos forzado y un vibrato más contenido, probablemente debido a la batuta de Meister, no sólo de tempi más ligeros sino también con una mayor atención al fraseo de los cantantes.

               Ya pudimos escuchar el año pasado a Tomasz Konieczny como Wotan. Su instrumento suena en esta ocasión más ancho y oscuro, si bien con un recurrente recurso a la gola. La voz es vibrante y ofrece un atractivo registro grave, rico en armónicos, pero no tuvo su día. Ya desde su entrada demostró problemas vocales, teniendo que emitir algunas notas como si marcase en lugar de cantar -a media voz- y no demostró demasiado vigor en el dúo con Fricka. En el monólogo replegó lo más posible el instrumento. Es un cantante profesional y procuró camuflar lo más posible sus carencias, por lo que en todo caso su actuación fue competente y no supuso un descalabro en el resultado general. El accidente del sillón fue determinante para su sustitución por Michael Kupfer-Radecky en el tercer acto, quien curiosamente fue anunciado como Gunther cuando Koniezcny hubo de ser ascendido a Wotan por la salida de Lundgren. Kupfer-Radecky parte con un material menos agraciado que el de Konieczny: la voz es más mate, menos rica en armónicos, no tiene un timbre especialmente bello y tiene menos anchura. En su favor hay que decir que la dicción es más clara que la de Konieczny. Esta sustitución me recuerda a la acontecida en 1983 en el Sigfrido del primer ciclo del Anillo de Solti: el Wotan de aquél año, Siegmund Nimsgern, se indispuso y no pudo cantar la parte de Viandante, siendo sustituido por cantante que encarnaba a Gunther, Bent Norup, si bien Norup contaba con unos medios vocales mucho más pobres -de hecho sólo cantó en Bayreuth aquél año-, por lo que el resultado fue inferior.

El dúo de Wotan (Konieczny) y Fricka (Mayer), con Hunding
en medio (Zeppenfeld)
               Christa Mayer sorprendió por sus problemas con el registro agudo, que le obligaron a forzar su instrumento, no estando cómoda con la tesitura y exhibiendo un timbre ácido y con pérdida de empaque. Una pena, pues frasea con exquisito gusto y su voz denota aliento dramático.

               El octeto de valquirias, aunque correcto, es desigual en tipología de voces y timbres, por lo que resta empaque. Entre sus nombre se encuentra el de Christa Mayer haciendo doblete, como el año pasado, y el de Daniela Köhler, quien será Brunilda en Sigfrido.

               En definitiva, una dirección al nivel que se espera de Bayreuth, mucho mejor que la ofrecida por Inkinen el pasado año, y que evidencia que ha sido un acierto la sustitución. Reparto que sobre el papel no luce mal, pero que podía haber deparado mejor resultado.

Grabación digital procedente de la WDR (Radio del Oeste de Alemania, Colonia) en HD, en formato .mp3 a 256 kbps.
Se incluyen las alocuciones iniciales y finales de la locutora de la Radio de Baviera.

5 DE AGOSTO DE 2022.

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