TANNHÄUSER / BAYREUTH 2024

TANNHÄUSER / Festival de Bayreuth, 26 de julio de 2024, 16 horas
Otras representaciones: 4, 12, 16, 22 y 27 de agosto
Producción de Tobias Kratzer estrenada en 2019 / Decorados y vestuario: Rainer Sellmaier. Iluminación: Reinhard Traub. Vídeo: Manuel Braun. Dramaturgia: Konrad Kuhn
Dirección musical de Nathalie Stutzmann (director del coro: Eberhard Friedrich)
Reparto: Günther Groissböck (Landgraf Hermann), Klaus Florian Vogt (Tannhäuser), Markus Eiche (Wolfram von Eschenbach), Siyabonga Maqungo (Walther von der Vogelweide), Olafur Sigurdarson (Biterolf), Martin Koch (Heinrich der Schreiber), Jens-Erik Aasbø (Reinmar von Zweter), Elisabeth Teige (Elisabeth), Irene Roberts (Venus), Flurina Stucki (pastor)
Minutación:  Acto I: 56'48 / Acto II: 70'50 / Acto III: 52'21 / Total: 179'59 (3 h).
Todas las imágenes de este artículo son propiedad del Festival de Bayreuth (www.bayreuther-festspiele.de). Únicamente se muestran para fines divulgativos.
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El destino del artista

        Cuando en 2019 se estrenaba esta producción, debida a Tobias Kratzer, no se predecía la popularidad que podía alcanzar. Convertida en un icono de teatro dentro del teatro, el pasado año se anunció su prórroga aun antes de comenzar las funciones y este año las entradas han volado aun cuando Klaus Florian Vogt no sea la voz ideal para encarnar al caballero cantor y Nathalie Stutzman plantease el año pasado una versión de tintes historicistas alejada de lo canónico.
 Este año ha habido un cambio en el planteamiento escénico de la obertura -que como bien saben los incondicionales de esta producción, representa el viaje de los artistas Tannhäuser, Venus, La Gateau Chocolat y Oskar con su furgoneta por la campiña alemana-, como homenaje al fallecido Stephen Gould: Oskar está en la parte trasera de la furgoneta y se sirve un licor brindando hacia un retrato enmarcado de Gould, algo así como si la compañía ambulante hubiera perdido a un miembro. Y resuenan aplausos justo antes de la reexposición del himno a Venus. El público, según han relatado las crónicas, ha quedado impresionado por un detalle que no se esperaban. No ha sido el único homenaje a Gould, pues en el Festspiele Open Air del pasado día 24 sonó La música de la noche del musical El fantasma de la ópera, la obra con la que Gould se curtió a lo largo de más de un centenar de funciones antes de emprender carrera como heldentenor. El cantante de Virginia fue apodado iron man cuando en 2022 simultaneó los tres roles de tenor más complejos compuestos por Wagner: Tanhäuser, Tristán y Sigfrido, algo que no ocurría desde 1967 con Wolfgang Windgassen. Este año se hubieran cumplido dos décadas desde su debut en el certamen. También ha habido una novedad en el vídeo que se proyecta durante la entrada de los invitados en el segundo acto, donde se ven los preparativos entre bastidores y la sala donde cuelgan los retratos de los directores que han pasado por el Festival -la conocida popularmente como galería de los criminales-, apareciendo Stutzmann utilizando un rotulador. Los que han visto la grabación en vídeo realizada el año del estreno recordarán a Le Gateau Chocolat pasando por la galería y detenerse, haciendo un gesto de admiración, frente al retrato de Christian Thielemann.

        También algunos cambios de reparto, el más importante con Venus: Ekaterina Gubanova cede el rol a Irene Roberts para poder centrarse en el de Kundry. Sin embargo, la mezzo rusa se despedirá de este montaje cantando las dos últimas funciones. Jorge Rodríguez-Norton no será este año Heinrich, que pasa al debutante Martin Koch. Tampoco está presente Julia Grüter como pastor, pasando a la también debutante Flurina Stucki.

        Anna Greiter desde la Radio de Baviera también tuvo un recuerdo para Gould antes de iniciarse el tercer acto. Quizás por eso la conexión se restableció unos minutos antes de lo inicialmente previsto, permitiendo así dedicar unas palabras al tenor en los cronometrados minutos previos. En Radio Clásica se encontraba Ricardo de Cala con Guillermo Carbonell, Jefe de Regiduría del Teatro Real, ya una voz autorizada habitual en las retransmisiones de los últimos años, con dos completos intermedios donde se hizo un detallado repaso a la andadura de esta producción. Desconozco por qué por la red no circulan imágenes correspondientes a este año. Sólo he podido encontrar la que sirve de carátula a la grabación. Espero que en próximos días pueda encontrar alguna más. Quienes se incorporan al Festival este año por primera vez, pueden encontrar imágenes de años anteriores en las correspondientes reseñas.

        Nathalie Stutzmann ha continuado la senda historicista que emprendió el año pasado y ahora su interpretación goza de mayor coherencia dentro de esta línea. Al igual que el año pasado están presentes los tempi ágiles -con los actos primero y tercero un minuto más rápidos, la atención a la articulación y el contraste rítmico o la presencia de líneas secundarias en maderas. También hay cierta atención a la línea melódica -bellísimo acompañamiento al protagonista en la tercera estrofa del himno a Venus, que Vogt supo aprovechar- o el acompañamiento a Wolfram en su aria del primer acto, más sosegado y evocador que el año pasado. La reexposición del tema de los peregrinos en la obertura -con unos vientos redondos y cantábiles- presenta en esta ocasión una mayor progresión y brillantez, y el tercer acto resulta nostálgico y ensoñador. No obstante, ha habido también detalles discutibles: peligrosos ritardandi y accelerandi que han jugado malas pasadas en el primer acto con los peregrinos en el primer acto y hacia el final del concertante, tras haber llevado un tempo reposado y denotando bello lirismo. No ha resultado un descalabro, pero sí perceptible escuchando con atención. También los acordes finales de los dos primeros actos resultan un punto forzados en su impulso. El concertante final del segundo acto sonó un tanto desinflado, lineal y falto de progresión, y el coro de peregrinos al final de la obra resultó demasiado cuadriculado y falto de vuelo lírico, un punto marcial. Como ya indiqué el año pasado, no es el tipo de dirección que más me gusta, pero Stutzmann, dentro de su propuesta, ha conseguido un resultado más redondo.

        El tenor Klaus Florian Vogt se hizo cargo del rol protagónico tras la enfermedad de Stephen Gould, y este año lo ha asumido como titular. Realmente se lo merece, tras un montón de años como un baluarte indiscutible del Festival -desde su memorable debut en 2007 como Walther en los Maestros de Katharina Wagner que dirigiera Sebastian Weigle-, siempre profesional, incansable y dispuesto. Ahora bien, su instrumento no es el que mejor se acomode a las características de Tannhäuser. Cuestión distinta es que con su técnica y sus capacidades privilegiadas saque adelante el rol sin dificultad y sin descalabros. En las dos primeras apariciones del himno a Venus no se le ha notado del todo cómodo, quizás por un tempo que no da tregua. Crecido en sus intervenciones en el segundo acto y en una narración de Roma plasmada con absoluta facilidad y desde una perspectiva dramática interesante, donde se pone de manifiesto la hartura del personaje. Ostensiblemente ovacionado, fue el favorito del público.

        Otro pilar del Bayreuth actual es la soprano noruega Elisabeth Teige, quien debutó en 2022 como Senta y Gutrune y el pasado año hizo un auténtico tour de force con Sieglinde, Senta y esta Elisabeth que ahora repite. Magnífico instrumento de soprano lírico-dramática, de texturas cremosas y bellísimo fraseo, abnegada hacia el protagonista en su encuentro en el segundo acto, poderosa en su defensa del protagonista y doliente en la plegaria del tercero.

        La mezzosoprano Irene Roberts, natural de Sacramento (California), hizo su debut en el Metropolitan en 2012 y se integro en 2015 en el elenco estable de la Deutsche Oper de Berlín. Su repertorio es amplio, con incursiones en los grandes roles verdianos para mezzo y en el repertorio francés. Debutó Venus en la Ópera de Lyon en 2022 con gran éxito para después encarnar a la diosa en los Festivales de Aix-en-Provence y Edimburgo. También tiene en su haber Waltraute y Brangania y el pasado otoño debutó Kundry en Hannover, papel que ha llevado a Munich esta temporada junto al Parsifal de Clay Hillay. Voz de indudable personalidad, densa y aterciopelada, de resonancias plateadas y emisión muy personal, ha compuesto una Venus sensual y exhuberante de gran atractivo.

        Markus Eiche vuelve a interpretar su Wolfram profesional y de buenas maneras vocales. Ha acometido el aria del primer acto a un tempo más relajado, lo que dota a la interpretación de mayor ensoñación. En definitiva, una notable encarnación del personaje.

            Günther Groissböck volvió a encarnar al Landgrave, un personaje que ha hecho suyo tanto en esta producción como en la anterior y que queda como el referente de una época -como lo  fuera Martti Talvela en los sesenta o Hans Sotin en los setenta y ochenta-. Sobrio y noble, pero con un instrumento dúctil, su interpretación es sobresaliente.

            Entre los secundarios destacan el Walther de Siyabonga Maqungo impoluto en línea de canto y con un bello lirismo, y el Reinmar de Jens-Erik Aasbø, de voz aterciopelada. Competente Martin Koch como Heinrich y menos interesante Olafur Sigurdarson, menos elegantes y con su ya conocido color blanquecino.

            La soprano suiza Flurina Stucki, integrada en el elenco de la Deutsche Oper desde 2018, ofreció un solvente pastor de línea operística, alejado de esa tradición bayreuthiana que dota a la parte de una sobriedad casi infantil.

            La locutora de la Radio de Baviera ha ido dando buena cuenta de los aplausos finales, que han sido calurosos y dilatados -se han ofrecido casi 16 minutos, y cuando se ha producido la desconexión aún resonaban los bravos en la sala, por lo que es probable que hayan pasado de 20 minutos intensos-. En su andadura, esta producción no se ha beneficiado de una dirección de orquesta estelar -Gergiev la estrenó en 2019 con una lectura acelerada y un punto brusca, pasando en 2021 y 2022 al eficiente kapellmeister Axel Kober y ahora a la propuesta historicista de Stutzmann, que en todo caso mantiene un nivel solvente, como asimismo el reparto, que en conjunto tiene interés.

Grabación digital procedente de Bartok Radio en HD, en formato .mp3 a 323 kpbs.
Se incluyen las alocuciones iniciales y finales de la Radio de Baviera.

27 DE JULIO DE 2024.

2 comentarios:

  1. Aquí dejo mi crítica de la función a la que asistí anteayer, el 12 de agosto de 2024.

    https://emocionesliricas.blogspot.com/2024/08/a-la-tercera-va-la-vencida-mi-primer.html?m=1

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  2. Muchas gracias. Desde luego ha sido una experiencia fabulosa. Yo este año me decidí demasiado tarde a coger entradas, pero el año que viene espero volver a Bayreuth.

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