EL HOLANDÉS ERRANTE / BAYREUTH 2024

EL HOLANDÉS ERRANTE / Festival de Bayreuth, 1 de agosto de 2024, 18 horas.
Otras representaciones: 8 y 11 de agosto
Producción de Dmitri Tcherniakov estrenada en 2021 / Decorados: Dmitri Tcherniakov. Vestuario: Elena Zaytseva. Dramaturgia: Tatiana Werestchagina. Luces: Gleb Filshtinsky.
Dirección musical de Oksana Lyniv (director del coro: Eberhard Friedrich)
Reparto: Georg Zeppenfeld (Daland), Elisabeth Teige (Senta), Eric Cutler (Erik), Nadine Weissmann (Mary), Matthew Newlin (timonel), Michael Volle (Holandés)
Minutación: 136'57 (2 horas 16 min).
Todas las imágenes de este artículo son propiedad del Festival de Bayreuth (www.bayreuther-festspiele.de). Únicamente se muestran para fines divulgativos.
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La venganza del Holandés

        La primera de las funciones del Holandés coincide exactamente con la del año pasado: fue también el 1 de agosto, si bien cerraba el primer ciclo frente a un Tristán que veía su primera función el día 3 y que ninguna emisora retransmitió. Reparto similar al del año pasado, con el regreso del norteamericano Eric Cutler como Erik, que el pasado año no pudo acudir a Bayreuth, y que este año, tras su paso por Bayreuth, hará parada en el Festival de Lucerna en septiembre para cantar La canción de la tierra y después en la Ópera de Zurich, donde se le podrá ver como Florestán en Fidelio y como Paul en La ciudad muerta, esta última con producción también de Tcherniakov. El que no acude es Attilio Glasser, probablemente por su salida del Anillo ante el cambio de director -compaginaba los roles de Timonel y Froh-, no compensándole estar disponible sólo para tres funciones en la breve parte de Timonel. Le sustituye el debutante Matthew Newlin, a quien ya escuchamos como el joven marinero en Tristán y quien también se ocupa de uno de los escuderos de Parsifal.

        Al igual que el pasado año, Radio Clásica ha decidido no retransmitir este Holandés, pese a ser, en conjunto, una producción muy sólida, por montaje, batuta y elenco. Se ocupó de la retransmisión desde la Radio de Baviera Constanze Fennel.

        Cuarto año de la producción de Dmitri Tcherniakov, que esperamos disfrute de prórroga, no para 2025 si nos ceñimos a siete títulos, pero habría posibilidades para 2027. Este thriller ya queda para la Historia del Festival por su ritmo trepidante, su impresionante decorado giratorio y una construcción meta argumental muy sólida.

Matthew Newlin como timone
        Oksana Lyniv domina absolutamente la obra, con una lectura trepidante en el primer acto, de atentísima articulación en cuerdas -maravillosas por su virtuosismo y su sonido cálido y fléxible-, metales resonantes y maderas nítidas y con atención a sus líneas aquí y allá -valga de ejemplo la maravillosa línea del clarinete que precede a la cavatina de Erik en el segundo acto -Mein Herz, / voll Treue bis zum Sterben-, con un rubato que paraliza el tempo, transmitiendo la ensoñación del personaje-. La orquesta, siempre camaleónica a la propuesta de cada director, se pliega sin reservas y depara momentos de gran belleza. No hay tregua, pero los acontecimientos se suceden de una forma absolutamente natural, sin sensación de apresuramiento, como tampoco de lentitud. Hay folclorismo en el tema de los marineros, hay momento para el lirismo en el dúo de los protagonistas, absoluto dominio en la transición entre los acto segundo y tercero, vibrante y explosiva, como asimismo en la contraposición entre los marineros noruegos y los del Holandés. En la intervención final del Holandés, quizás por Volle, se ha acelerado de una forma un punto brusca, si bien la intervención orquestal final ha sonado brillante y solemne. Lyniv tiene muy claros los tempi, pues a lo largo de estas cuatro ediciones prácticamente no hay diferencias. El registro más rápido fue el del estreno en 2021, con dos horas y cuarto, y el más lento el del año siguiente, con dos horas y dieciocho minutos. Dos horas y dieciséis minutos invirtió en 2023 y casi dos horas y diecisiete este año.

El encuentro del Holandés (Volle) y Daland (Zeppenfeld)
        A sus 64 años, Michael Volle encarna a un convincente Holandés, poderoso en el forte e incisivo en la articulación del texto, con un desesperado final, rallano en la locura. Su gesto de villano le viene muy bien a esta producción. Adecuado color baritonal, con el pero de cierta inestabilidad en el grave 
en piano en los pasajes más suaves de su aria en el primer acto, y una voz que se torna a veces ácida, como en su intervención final. Lyniv le ha acompañado con cuidado en su aria del primer acto, limando un punto la incisividad de la orquesta para que el cantante se encontrase cómodo en los pasajes más suaves y pudiera frasear con comodidad.

        Maravillosa Elisabeth Teige como una modélica Senta. La soprano noruega ofrece su habitual voz cremosa, ancha en el centro, de agudo firme y poderoso, atentísimo fraseo y musicalidad, en una interpretación apasionada y un punto nostálgica, con sonoridades dramáticas. Repetimos lo dicho en años anteriores: la mejor encarnación del rol desde los años dorados. Por si fuera poco, su presencia en escena es absolutamente creíble -tuve oportunidad de verla el pasado año-: una mujer joven, rebelde y apasionada. Comparando con su primera incursión en esta producción, dos años atrás, la voz ha ensanchado perceptiblemente. Si la voz sigue esta trayectoria, Venus, Ortrud y Kundry bien pudieran ser roles a considerar para el futuro. Una pena que la grabación oficial, realizada el año del estreno y publicada por DG, recogiera a Asmik Grigorian, quien si bien evidenció buenas maneras, Senta era un papel demasiado pesado para ella, siendo Teige una cantante mucho más adecuada en este repertorio.

            Georg Zeppenfeld ofrece también su habitual Daland simpático, elegante y musical, muy bien fraseado. Hay muy buenos detalles, pero especialmente destaca su nobilísimo Leb' wohl! con que se despide del Holandés al final del primer acto o su presentación del Holandés en els egundo -Mögst du, mein Kind-.

Senta (Teige) y Eric (Cutler)
        Eric Cutler es un Erik juvenil, de voz un punto engolada que no fluye totalmente libre. Su interpretación en esta ocasión me ha resultado afectada en el segundo acto. En el tercer acto sonó más ardiente, resolviendo la cavatina con profesionalidad.

        Nadine Weissmann ofrece su ya conocida Mary, de corte tradicional -voz madura y un punto severa-, pero con buen fraseo.

        Buen Timonel de Mathew Newlin, si bien un punto incisivo en la primera frase del tema de su cavatina.

        Magnífico, como siempre, el coro dirigido por Eberhard Friedrich.

        En definitiva, un Holandés a alto nivel, cuya construcción dramático-musical es solidísima. Apostamos por su prórroga, al menos un año más.


Grabación digital procedente de Bartok Radio en HD, en formato .mp3 a 323 kpbs.
Se incluyen las alocuciones iniciales y finales de la Radio de Baviera.

1 DE AGOSTO DE 2024.

2 comentarios:

  1. ¿Dónde estan los barcos y la historia original? Si a mi me piden que dé una conferencia explicando el argumento... qué hago?. Son preguntas que me hago en vez de ir a Bayreuth

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  2. Estoy de acuerdo con que Tcherniakov usa el texto como pretexto para dar una vuelta de tuerca a la historia del Holandés. Pero en conjunto yo creo que funciona. Sandwike está representado, en los años noventa, pero está. Hay fiesta en el puerto -el mar no se ve pero se intuye a la izquierda del espectador, en esos tonos azulados-. La dirección de escena está bien trabajada. Si comparamos este Holandés con el Parsifal de manicomio que en su momento dirigió Barenboim y el Anillo de laboratorio que ha hecho con Thielemann, ambos en Berlín, éste es su mejor trabajo y con creces. No molesta, la estética es original y el thriller se hace entretenido. Efectivamente, no es la historia original del Holandés y esta producción no se puede recomendar como primera opción, sino para el que busque alguna novedad en la obra.

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