EL FESTIVAL DE BAYREUTH 2018

               Tras haberse anunciado el 24 de julio del año pasado por Peter Emmerich, director de prensa del Festival, el calendario, directores y elenco de la nueva producción de Lohengrin, el 29 de mayo se confirmaban los repartos completos, con algunas reasignaciones de roles frente a lo previsto inicialmente, lo que probablemente haya motivado el retraso en hacerse público, frente a otras ediciones en que toda la información se encontraba publicada en torno a febrero o marzo. La novedad más significativa a efectos de calendario es que en esta ocasión, año de transición sin Anillo, serán seis y no cinco las obras en cartel,  pues se repondrá La Valquiria separada del Anillo y con Plácido Domingo en el podio. Esto supondrá que el Festival finalizará un día más tarde, el 29 de agosto y, en lugar de la habitual distribución de seis sesiones de cada una de las cinco obras, Lohengrin tendrá cinco y la Valquiria añadida tendrá tres, como cuando se representa el Anillo completo.

               La edición de 2018 del Festival de Bayreuth arrancará el 25 de julio con la  nueva producción de Lohengrin. Como ya se dijo años atrás, Christian Thielemann será el encargado de dirigirla, convirtiéndose de esta manera en el segundo director en la Historia del Festival en dirigir las diez óperas que componen el Canon de Bayreuth (el primero fue Félix Mottl). Ya en 2015 superó a Horst Stein, quien dirigió ocho de las diez (todas a excepción de Holandés y Lohengrin). Nos referimos a títulos, no a funciones, dato del que no disponemos concretamente, si bien en prensa se ha indicado que, de momento, Barenboim sigue superando a Thielemann en esta cifra.

Felix Mottl (1856-1911), Horst Stein (1928-2008) y Christian Thielemann (1959), los tres directores que más
títulos han dirigido en Bayreuth.

               El reparto de este Lohengrin estaba encabezado por Roberto Alagna -debutante en el Festival y en una ópera de Wagner- quien el pasado 30 de junio desistió de cantar el papel aduciendo que no había podido memorizarlo debido a su recargada agenda (lo avisamos a pocos minutos del comunicado oficial en Discografía Wagneriana). Alagna había sido anunciado en otoño de 2014, una apuesta personal del propio Thielemann que le costó llevar a buen puerto y que finalmente ha sido infructuosa. En una entrevista, Alagna reconoció que recibió tres llamadas del Festival, rechazando la propuesta por considerar que no tenía ninguna necesidad de abordar este repertorio. Finalmente, interviniendo personalmente el propio Thielemann y animándole su mujer, la soprano polaca Aleksandra Kurzak -quien parece ser que le iba a ayudar con el alemán- aceptó la propuesta. No era la primera proposición wagneriana que recibía, pues a Thielemann le precedieron hace pocos años Daniele Gatti (para Walther en Maestros) y Nézet-Seguin (Lohengrin), e incluso, hace más de veinte, la Ópera de Montercarlo le ofreció Tannhäuser en francés -auténtica versión de París, idioma incluido-, lo cual rechazó por considerarlo demasiado prematuro en su carrera.

               Así las cosas, el Festival se vio obligado a buscar sustituto a Alagna, encontrándolo en Piotr Beczala. El tenor polaco había debutado el papel con éxito en mayo de 2006, en la Semperoper de Dresde bajo la batuta del propio Thielemann -grabado en vídeo por Duestche Grammophon, que ya comentamos- y estaba anunciado para 2019 en el Festival, si bien declaró en una entrevista que a él le hubiera gustado estrenar la producción. Un estreno para el que ha tenido que cancelar varios compromisos: dos recitales -el 6 de julio en el Festival de Música y Danza de Granada y el 8 de julio en la Ópera Garnier de París- y el 14 una representación de La Bohème en Tanglewood con la Orquesta Sinfónica de Boston y Andris Nelsons.

               Elsa será Anja Harteros, una de las sopranos líricas wagnerianas más importantes de nuestros días y cuyo debut en Bayreuth era esperado. Fue anunciada el verano pasado en sustitución de la inicialmente prevista Anna Netrebko, de quien ya se habló para la anterior producción de Lohengrin, la de Nelsons/Neuenfels, estrenada en 2010, y que parece ser que sí estará en 2019, haciendo pareja con Piotr Beczala. No se explica muy bien el baile de parejas de esta producción -Alagna/Harteros y Beczala/Netrebko- si no es por dar satisfacción a todos, pues Beczala manifestó a la prensa en su momento que quería cantar en Bayreuth pero respetaba la decisión del Festival de optar por Alagna.

               Completan el reparto Georg Zeppenfeld (Rey Enrique, que ya lo fue en la anterior producción) y los debutantes Thomas Konieczny (Telramund, el primer polaco en la Historia del Nuevo Bayreuth) y Egils Silins -Wotan en el último Anillo de la Ópera París con Philippe Jordan en 2016, donde también fue el Heraldo en 2017 o el último Holandés en Barcelona-. Los dos primeros ya participaron en las representaciones de Dresde indicadas. Los nobles brabanzones serán Michael Gniffke, Eric Laporte, Raimund Nolte y Timo Riihonen, debutantes los dos primeros y habituales los dos últimos.

Alagna (Lohengrin), Harteros (Elsa), Meier (Ortrud) y Konieczny (Telramund)
            Uno de los acontecimientos más esperados de esta edición será el regreso de Waltraud Meier al Festival, interpretando el papel de Ortrud. La cantante bromeaba en una entrevista diciendo que, tras cantar diecisiete ediciones seguidas, había estado ausente otras diecisiete. Llegó a Bayreuth en 1983 con veintisiete años como mezzo para hacer una prueba para el Anillo de Solti, con la idea de obtener el papel de Fricka o de Waltraute -no se iba a conformar con menos, cuenta-. Los papeles los obtuvieron dos cantantes de relieve en aquél momento: Doris Soffel y Brigitte Fassbaender, respectivamente, pero a ella se le ofreció nada menos que ser Kundry con Levine, alternándose con Leonie Rysanek -la gran soprano contaba ya con cincuenta y seis años y, en medio de la crisis de voces wagnerianas, urgía encontrar una nueva Kundry-. Al año siguiente sustituyó a Rysanek y fue la Kundry oficial de Bayreuth hasta 1993, papel que compaginó con Brangäne en Tristán y Waltraute en el Ocaso, ambos con Barenboim. Entre 1993 y 1999 fue Isolda, ya en la cuerda de soprano, también con Barenboim, y en el año 2000, Sieglinde junto al Siegmund de Plácido Domingo en el Anillo de Sinopoli. Aquél año tuvo desavenencias con Wolfgang Wagner, quien se mostraba muy inflexible con el hecho de que los cantantes tuvieran compromisos fuera de Bayreuth los días que no tenían que cantar en el Festival -algo que posteriormente se ha flexibilizado, ya es habitual que  los directores compaginen Salzburgo y Bayreuth o cantantes que actúan en los Proms de Londres en días que no tienen función en el Festival-1. Así las cosas, Meier, con sesenta y dos años, logrará hacer su Ortrud en Bayreuth, papel que le quedaba pendiente -a reserva de su estado vocal, que esperemos sea digno-. Le restaría la Venus de Tannhäuser, interpretación de indudable interés, pero que parece que ha quedado un poco en segundo plano frente a su Kundry, Isolda y, después, Sieglinde2. Ya no será posible, pues en una entrevista concedida al diario austríaco Österreichischen Kurier, ha declarado que estas representaciones constituirán su despedida del repertorio wagneriano -si bien tiene anunciada una última oportunidad para el 20 de enero de 2019 en la Staatsoper de Viena: el breve papel de Waltraute en el Ocaso bajo la dirección de Axel Kober-. El diario alemán Merkur le ha realizado una extensa entrevista que puede leerse aquí.

Yuval Sharon, Neo Rauch y Rosa Loy se ocuparán de
la nueva producción de Lohengrin.
               Aunque inicialmente se pensó para esta producción en Alvis Hermanis, finalmente estará en manos de Yuval Sharon (37 años). A Hermanis se le debe una colorista Amor de Danae en el Festival de Salzburgo y una bella Madama Butterfly en la Scala, pero también horrores como el Parsifal ambientado en un manicomio que se estrenó en Viena el pasado mes de marzo con Semyon Bychkov en el podio, por lo que probablemente Sharon sea una apuesta más segura. El norteamericano es conocido por sus montajes al aire libre y de búsqueda multidisciplinar. No es la ópera su faceta más habitual, pero ya ha tenido acercamientos a Wagner: fue ayudante de Achim Freyer en su controvertido Anillo para Los Ángeles estrenado en 2009 -colorista y futurista a partes iguales, espadas láser incluidas- y en 2016 pudo verse una Valquiria en Karlsruhe. Ganador del premio Götz Friedrich en 2014, Sharon se convertirá en el primer norteamericano en dirigir una producción en el Festival, declarando que, a riesgo de sonar muy cursi, es un sueño hecho realidad y que para él, Bayreuth siempre ha sido un lugar sagrado. Contará para los decorados y el vestuario con el matrimonio de pintores alemanes Neo Rauch Rosa Loy, quienes no han dado pistas de por dónde irá su trabajo. No obstante, Katharina Wagner, directora del Festival, parece mostrarse muy contenta, declarando que va a ser realmente interesante, nos llevará a otro mundo de imágenes, tiene una gran magia, estará lleno de imágenes en el mejor sentido de la palabra.

Semyon Bychkov debutará en Bayreuth con Parsifal.
               El día 26 podrá verse la producción de Parsifal debida a Uwe Eric Laufenberg -tercer año ya-. Semyon Bychkov, que tan buenas impresiones dejó con la obra en la Ópera de Viena en abril de 2017 -en la citada producción de Hermanis-, tomará el relevo de Hartmut Haenchen -probablemente por razones de edad, ha cumplido 75 años-, lo que  supondrá una concepción más reposada y ascética de la obra. Bychkov es muy conocido en España: Parsifal en el Teatro Real o Lohengrin con la Orquesta Sinfónica de Castilla y León -con quien se le vió el pasado mes de febrero dirigiendo la Cuarta sinfonía de Tchaikovsky y el concierto para dos pianos de Bruch con las hermanas Làbeque-.

         El reparto cuenta con algunos cambios, fruto de reasignaciones de roles en el Festival. Se mantienen Andreas Schager en el papel protagonista, la Kundry imponente de Elena Pankratova y el sólido Klingsor de Derek Welton. No repetirá Georg Zeppenfeld como Gurnemanz, algo que ya se anunció el año pasado, debido a que se hará cargo de dos reyes en esta edición (Enrique en Lohengrin y Marke en Tristán). Será Günther Groissböck, también sólido bajo habitual en el Festival, el que encarnará al anciano caballero, al no haber este año Anillo, donde cantaba el papel de Fasolt. Tampoco repetirá Ryan McKinny como Amfortas, ocupándose del papel otro habitual del Festival, el bajo-barítono Thomas J. Mayer, quien ya ha cantado Telramund en varias ediciones, el Holandés en 2016 y el Viandante en 2017. Karl-Heinz Lehner, previsto el año pasado para varios papeles pequeños y quien hubo de ser sustituido en varias funciones por indisposición, deja paso al debutante Tobias Kehrer, perteneciente, al igual que Welton, al elenco de la Deustche Oper de Berlín, y que en este Parsifal cantará la parte de Titurel.

                El 27 de julio tendrá lugar el Tristán e Isolda de Thielemann -cuarto año-, con el mismo elenco que en la edición anterior: Stephen Gould (Tristán), Petra Lang (Isolda), Iain Paterson (Kurwenal), Christa Mayer (Brangania), René Pape (Rey Marke) alternándose con Georg Zeppenfeld, Raimung Nolte (Melot), Tansel Akzeybek (Joven marinero y Pastor) y Kay Stiefermann (Timonel). Petra Lang volverá a encarnar por tercer año a la princesa irlandesa. Pese a los irregulares resultados obtenidos en las dos ediciones anteriores, parece gozar de la confianza de Thielemann, con quien debutó el papel en Bayreuth en 2016 y con quien ha hecho las tres Brunildas en el Anillo de Dresde en los meses de enero y febrero.

La soprano Emily Magee como Eva en los Maestros de
Thielemann y en una imagen actual.
             El 28 de julio, Philippe Jordan subirá al podio para dirigir Los maestros cantores de Nuremberg en la animada producción de Barrie Kosky. Se mantiene prácticamente todo el elenco de la anterior edición, esto es, Michael Volle (Sachs), Klaus Florian Vogt (Walther), Daniel Behle (David), Wiebke Lehmkuhl (Magdalena), Johannes Martin Kränzle (Beckmesser) y Günther Groissböck (Pogner) en los papeles principales. Anne Schwanewilms (Eva fuertemente criticada el pasado año, a nuestro juicio exgeradamente) anunció a principios de año en su web que repetiría en Bayreuth, pero en el mes de marzo la cita desapareció de su agenda. Tras rumores que hablaban de Camilla Nylund, finalmente será la norteamericana Emily Magee, inicialmente anunciada como Sieglinde, la que se hará cargo del papel. Magee, que cuenta actualmente con cincuenta y dos años, fue la Eva de los Maestros de Barenboim (1997-99) y Thielemann (2000-02) en la tercera producción de Wolfgang Wagner y, aunque en los últimos años la soprano ha encarnado roles más dramáticos -Leonora, Ariadne, Sieglinde o Isolda-, volverá a Bayreuth a encarnar el papel que interpretó dos décadas atrás. Probablemente esta decisión esté fundada en contar con una cantante madura, dadas las particularidades del montaje de Kosky en lo que respecta a la caracterización de los personajes (puede leerse aquí). En cuanto a Jordan, ha sido elegido director de la Staatsoper de Viena el pasado año, si bien su mandato comenzará en la temporada 2020/2021. Aunque para entonces esta producción habrá corrido los cuatro años de rigor, en una entrevista en la que se le preguntaba por su plan de trabajo para Viena, Jordan daba por supuesto que su verano discurriría entre Bayreuth y Salzburgo. Con independencia de que el montaje logre una prórroga, tal declaración probablemente muestre el interés del director por lograr un tercer título -después de Parsifal y Maestros- en el Festival.


Greer Grimsley.
               Tras una jornada en que se encajará Lohengrin, el 30 de julio se repondrá, como es habitual en los años en que no hay Anillo, para completar el cartel, la última producción amortizada, que en este caso es El Holandés errante de Jan Philipp Gloger, estrenado en 2012 y visto por última vez en 2016, oscuro, insustancial en lo escénico y carente de épica dramática. En el podio estará el competente Axel Kober, director de la Ópera Alemana del Rhin (Düsseldorf-Duisburg) y la única batuta bávara actualmente en el Festival (nació en Kronach, Franconia, en 1970), quien dirigió la obra en sus dos últimas ediciones. El reparto introduce algunos cambios respecto a 2016: Daland vuelve a ser Peter Rose, quien cantó el papel en 2016; Ricarda Merbeth volverá a ser Senta, papel que viene cantando desde 2013; Tomislav Muzek será Erik, quien lo cantó entre 2013 y 2015 (en 2016 cantó Andreas Schager); Christa Mayer ha sido Mary desde que se estrenó el montaje en 2012; y el Timonel será el debutante Rainer Trost, bello tenor mozartiano de adecuados medios para la parte. La novedad más significativa es que por fin podrá escucharse a John Lundgren en el papel protagonista. El cantante estaba anunciado para 2016, pero hubo de intercambiarse en los ensayos con Thomas J. Mayer, encargado del Viandante en Sigfrido, al padecer éste una afección vocal, por lo que Lundgren acabó encarnando al dios -de forma magnífica- y Mayer al atormentado marinero. Ahora bien, Lundgren también se hará cargo de Wotan en Valquiria, por lo que el Festival ha anunciado que se alternará en ambos roles con Greer Grimsley, cantante norteamericano de carrera prácticamente centrada en Estados Unidos y Japón. En los últimos años ha sido el Wotan de los Anillos de San Francisco y Seattle, y el año que viene lo será en el Met, donde también tiene trayectoria. No es desconocido en España, pues fue el Wotan del Anillo de Pons en el Liceo entre 2013 y 2015 y un año más tarde cantó el Holandés en Coruña. Grimsley cantará la primera y quinta función -de las seis programadas-, por lo que será al que escuchemos en la retransmisión radiofónica.


Plácido Domingo dirigiendo en Les Arts de Valencia
El Cid de Massenet (2012).
               El primer ciclo de representaciones finalizará el 31 de julio con la indicada reposición de La Valquiria en el montaje de Frank Castorf, en la primera ocasión que se representa separada del ciclo completo y con Plácido Domingo en el podio. No han trascendido los motivos de esta decisión, insólita en lo que supone separar una jornada del ciclo, más allá de que el Festival desea programar el mayor número de obras posible, como se indicaba en su página web.

               El interés de Domingo por dirigir en la Verde Colina se remonta a 2007, cuando acudió como espectador y declaró a la prensa que le gustaría dirigir allí -La Valquiria o Maestros cantores, indicó-. En aquél momento, la Dirección del certamen, en manos de Wolfgang Wagner, no se pronunció al respecto, pero entre los melómanos se veía difícil que tal cosa pudiera suceder, en un Festival que, si por algo se ha caracterizado, es por el rigor de las batutas, lejos de modas puntuales y estrellas fugaces que campan el firmamento musical en un momento dado.

               No se descarta el posible interés de Deutsche Grammophon, con exclusividad en el Festival desde 2015, quien podría hacer buen negocio con esta Valquiria. Parece razonable descartar un rumbo mediático en la política del Festival, quien tiene cubierta la demanda de entradas para varios años y que podría haber recurrido a otras batutas más famosas no especializadas en Wagner. No obstante, por la red han circulado críticas más o menos directas hacia la organización, obviando que, en todo caso, el Festival no ha hecho sino invitar a quien desde 2003 es Director General de la Ópera de los Ángeles y quien ya ha dirigido en otros escenarios importantes: Metropolitan de Nueva York, Covent Garden de Londres, Staatsoper de Viena, Staatsoper de Berlín, Mariinsky de San Petersburgo... Además, Domingo es muy querido en el Festival a raíz de sus Parsifales en los noventa y su Siegmund en 2000 -en 2007 pudieron oírse claramente por radio los aplausos que recibió poco antes del inicio del segundo acto de La Valquiria al entrar en la sala-. Tampoco tiene un especial particular que Janowski no haya continuado en el podio: firmó por dos años y tiene 79, una edad más que respetable para no bajar al abismo místico que es el foso cubierto del Festspielhaus a dirigir una partitura de casi cuatro horas de duración. Aunque Domingo tiene 76.

               Por su parte, Domingo se lo ha tomado en serio. El verano pasado, tras ver al Real Madrid en Skopje el 8 de agosto, el Nordbayerischer Kurier se hizo eco de que el cantante-director había tomado un avión privado a la mañana siguiente, aterrizando en Hof, al norte de Baviera, y de allí un taxi para recorrer los 55 kilómetros que la separan de Bayreuth. En la tarde del 9 tuvo lugar la Valquiria correspondiente al segundo ciclo. Ya en junio de este año han podido verse por redes sociales imágenes de Domingo con algunos de los cantantes en los ensayos de Bayreuth y él mismo declaró que había alquilado una orquesta para ensayar la partitura en los meses previos. Además, a mediados de junio se anunció una Valquiria extraordinaria en concierto en el Mariinsky de San Petersburgo para el 7 de julio con él en el podio, a modo de antesala de las representaciones de Bayreuth. No parece causualidad, pues Domingo y Valery Gergiev, director titular del teatro, son grandes amigos y Gergiev se postula como el principal candidato a dirigir en 2019 Tannhäuser en el Festival.


Anja Kampe como Sieglinde en el Anillo de Castorf.
              En esta ocasión se sustituye a la justita pareja protagonista del año pasado -Christopher Ventris y Camilla Nylund- por dos sólidos wagnerianos: Stephen Gould -que lo compatibilizará con Tristán- y Anja Kampe. Inicialmente estaba prevista Emily Magee, pero finalmente se ha considerado más conveniente que se ocupe del rol de Eva. Kampe fue la Sieglinde de este Anillo los tres primeros años, y regresa a Bayreuth tras dos de ausencia motivada por las diferencias que tuvo con Thielemann durante los ensayos de Tristán en 2015. Kampe era la soprano anunciada para encarnar a Isolda y, durante el periodo de ensayos se eligió al sucesor de Simon Rattle al frente de la Filarmónica de Berlín, un puesto para el que Thielemann partía como favorito pero que fue finalmente adjudicado a Kirill Petrenko, director del Anillo que se estaba desarrollando en el Festival y pareja de la soprano. La relación entre Kampe y Thielemann -Director musical del Festival- se acabó rompiendo y la soprano rehusó cantar Isolda, centrándose exclusivamente aquél año en el papel de Sieglinde bajo la batuta de Petrenko. No sería descartable que en el regreso de Kampe haya mediado Plácido Domingo, pues ella fue ganadora del concurso Operalia, fundado en 1993 por el tenor madrileño.

               Como Wotan repite John Lundgren -en el tercer ciclo cantará Greer Grimsley-. Cuando se anunció esta Valquiria, se dijo que el papel sería asumido por Matthias Goerne - quien lo ha afrontado con éxito en el Anillo grabado por Jaap van Zweden con la Filarmónica de Hong-Kong en versión de concierto para Naxos-, pero el cantante emitió rápidamente un comunicado en que decía que no podía comprometerse por tener ya la agenda ocupada, lo que probablemente haya motivado que Lundgren se haya hecho cargo de los dos papeles. Catherine Foster será, por sexto año, Brunilda; Marina Prudenskaya, Waltraute en este Anillo, pasa a encarnar este año a Fricka, mientras que Georg Zeppenfeld se ve descargado de trabajo gracias al debutante Tobias Kehrer, que se hará cargo del papel de Hunding.

JULIO DE 2018.
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1 En el caso concreto de Meier, cantaba sólo tres funciones -Sieglinde sólo interviene en La Valquiria, y son tres los ciclos del Anillo que se representan por temporada-, aquél año el 27 de julio y los días 11 y 22 de agosto. Parece ser que la cantante quería programar alguna actuación entre los dos primeros ciclos, al haber quince días de por medio, y así fue: nada menos que Isolda en el Festival de Salzburgo, con Lorin Maazel en el podio. A Wolfgang Wagner le sentó muy mal, pues Meier había sido la Isolda oficial del Festival durante toda la década de los noventa y tal actuación era entendida como competencia directa a Bayreuth -aunque aquél año no se programaba Tristán e Isolda-. Meier se cogió un cabreo monumental y no cantó en el segundo ciclo aduciendo una afección vocal -se hizo cargo del papel Cheryl Studer- y, por supuesto, no regresó al Festival. Tampoco regresó Domingo, pero probablemente se debió al fallecimiento de Sinopoli, el que había sido su gran valedor en el Festival ya con Parsifal en los años noventa -y con quien había grabado en estudio Tannhäuser-. El Anillo pasó a ser dirigido por Adam Fischer y el húngaro no tenía relación alguna con el tenor español. Además, Domingo siempre ha provocado el debate de si es o no una voz wagneriana, frente a los habituales en el repertorio, a los que les puede resultar más indiferente quién esté en el podio. La pareja protagonista pasó a ser Robert Dean Smith y Violeta Urmana, indudablemente dos importantes voces wagnerianas en aquél momento. Desavenencias con cantantes y directores ha habido siempre, pero si Sinopoli hubiera dirigido al año siguiente el Anillo, a lo mejor hubiera mediado con Wolfgang Wagner, consiguiendo que Meier volviera a cantar, y Plácido hubiera seguido cantando Siegmund.
2 Curiosamente, nunca llegó a cantar en el Festival Fricka, el papel que más tenía en mente al llegar allí. Tampoco ha sido un papel que haya abordado demasiado a lo largo de su dilatada carrera y para escucharla en disco debemos acudir al Anillo grabado por Haitink en estudio con la Sinfónia de la Radio de Baviera en 1988 (EMI). Un registro con un en general buen reparto para la época -Jerusalem, Morris, Theo Adam como un maduro Alberich (!), Salminen, Tomlinson- a excepción de alguna voz fuera de rol -Eva Marton como Brunilda-  que probablemente haya caído en el olvido por no ser Haitink un director que haya tenido especial interés en Wagner.

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